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martes, 7 de junio de 2011

Escuelas esperan que los alimentos lleguen a tiempo



Luego de consultar con varias escuelas se confirmó lo que algunos sindicatos de maestros, como Simeduco, denunciaron la semana anterior: que en muchas comunidades

educativas ya se agotó la primera existencia de insumos que el ministerio da para preparar el refrigerio escolar
El programa de Alimento Escolar, surgido en anteriores gestiones gubernamentales, se extendió en 2009 a los centros educativos públicos del área rural.FOTO EDH / LISSETTE LEMUS

Susana Joma Lunes, 6 de Junio de 2011
EDH


Los centros escolares están a punto de terminar o en más de un caso, especialmente en lo rural, ya finiquitaron la primera dotación de alimentos que el Ministerio de Educación (Mined) les entregó para los primeros meses. Ahora, varios profesores consultados se muestran confiados de que la Cartera de Estado cumpla a tiempo con la segunda y tercera entrega de este año.

Los alimentos que son distribuidos a los centros educativos son frijoles, arroz, leche, refresco fortificado, azúcar y aceite.

"Ya no tenemos (alimentos). Se terminó porque lo dieron para 36 días. Este año (la provisión) no la dieron en enero, sino después", explicó Yaneth Quezada de Navarrete, directora del Centro Escolar Caserío Agua Fría, del Cantón Zacamil, en Guazapa. Se trata de una institución que atiende 56 niños desde parvularia a sexto grado.

Al igual que otros directores, ella no sabe con exactitud cuándo les entregarán otra parte de los alimentos. Según sus cálculos podría ser este mes o en julio, pero espera que sea lo más pronto posible.

"A los niños les hace falta (comer su ración), porque no todos pueden traer para comprar en el cafetín", agrega la educadora.

La petición de De Navarrete es acompañada por colegas que laboran en instituciones educativas públicas de la zona rural de Ahuachapán, la zona norte de La Unión y Chalatenango, donde los alumnos no reciben el alimento desde mediados de mayo.

Suman la queja de que el Mined se tarda en la distribución, puesto que en algunos casos la tercera dotación les llega a escasos días de que termine el año lectivo. Eso implica que los alimentos quedan almacenados con el riesgo de que sean sustraídos por los ladrones, lo cual en los últimos años ocurre con más frecuencia debido a los niveles de delincuencia que hay en el país.

Con base en las escuelas consultadas se identificó que a estas alturas son varios los centros del departamento de San Salvador cuyas raciones se terminan en los próximos cinco o diez días y que además de ello dependen de la voluntad de los padres de familia para enriquecer la dieta alimenticia e incluso la compra del gas.

Entre las instituciones que están al limite con la primera entrega de alimentos están el Centro Escolar Amalia Viuda de Menéndez y el Centro Escolar Cantón Arenales, ubicados en el municipio de Mejicanos; el Centro Escolar Angela de Soler y el Centro Escolar Ciudad Futura, de Cuscatancingo; el Centro Escolar Caserío El Verdillo, de El Paisnal; el Centro Escolar Confederación Suiza, carretera a Los Planes de Renderos y el Centro Escolar José Matías Delgado, de Nejapa.

La preocupación entorno a la distribución de los alimentos estriba en el hecho de que el refrigerio escolar ha llegado a constituir un elemento indispensable para aquellos niños que llegan al aula sin desayuno. De hecho insisten que es un incentivo para asistir a la escuela.

Según Manuel Enrique Mancía Valdés, director de la Escuela Amalia, al 9 2% de los 1,160 estudiantes que atienden mañana y tarde les gustan esos alimentos, algo que también depende del esmero en la preparación. "Hemos contratado una cocinera. Se paga con cuota voluntaria que los padres dan por cada niño. Con eso también se está comprando el gas, se paga el molino y materiales que se usa para prepara la comida", explicó Mancía Valdés, lamentando el hecho de que no han sido beneficiados con el subsidio al gas propano.

"Estamos gastando dos y medio tambos semanales. Se nos fueran tres tambos si cociéramos frijoles seguido", comenta.

En otros casos, como el del Centro Escolar Angela de Soler, el alto costo del gas ha obligado a cocinar con leña.

Allí hay 420 alumnos y el 90 % demanda los alimentos, dijeron sus autoridades tras explicar que en este momento sólo tienen leche y arroz.

José Guillermo Villanueva, del Centro Escolar Confederación Suiza, agregó que "si un día no se da el alimento los niños andan preguntando".

De acuerdo con lo externado por Villanueva la mayoría de los alumnos que atienden en ese centro son de escasos recursos y provienen de sitios como el Cantón Casa de Piedra, el Cantón Mil Cumbres, la Colonia Chantecuán, entre otros.

Algunos están en condición de pobreza extrema por lo que resulta lógico que esperen con ansias el vaso de atol, especialmente cuando las cocineras le agregan leche o los panes con frijoles o la poleada de arroz. "Casi todos quieren repetirse, pero a veces no alcanza el pan", dice el educador.

Los menú varían en los centros. Muchos los tienen organizados para cada día de la semana, pero tienen que ingeniárselas para que la bebida fortificada, el arroz, los frijoles, el aceite que da el gobierno se conviertan en platos atractivos para el paladar infantil.

En el Centro Escolar José Matías Delgado, de Nejapa, uno de los platos que tiene éxito son las pupusas. "Les hacemos de frijoles con queso y cuando se alcanza les ponemos chicharrón. Son 1,200 pupusas por turno (las que preparamos), para que les toquen dos a cada alumno", precisó José Aramis Paniagua, el director.

Dada las necesidades reportadas entorno a este rubro escolar, a principios de esta semana miembros del Sindicato de Maestros de Educo (Simeduco), denunciaron que el alimento en los centros del interior del país se terminó hace un mes.

También recordaron al ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, que se debe asignar más fondos a las escuelas para que puedan comprar insumos para enriquecer el refrigerio sin necesidad de que el padre de familia tenga que sacar de su bolsillo, tal como ahorra ocurre.

Manuel Molina, presidente del Simeduco, dijo que el funcionario también debe tomar cartas en el tema de enriquecer el paquete de alimentos que les dan a todas las escuelas, tal como lo han conversado en anteriores oportunidades que se han reunido.

El dirigente sindical, quien la semana anterior habló sobre el desabastecimiento de alimentos en las escuelas rurales, insiste que frente a esa y otras necesidades es urgente que el gobierno incremente el presupuesto que se destina para la Educación, que se aclare el proceso de entrega de subsidio y no se les reduzca el diez por ciento a los presupuestos escolares.

Datos provistos por los titulares del Ministerio de Educación, durante el balance de gestión de dos años que presentaron en los últimos días, exponen que con el Programa Alimentación Escolar ha cubierto a un millón 334,044 estudiantes de 4,923 centros escolares públicos del sistema regular y de 240 centros de atención inicial del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y Adolescencia (Isna).

Según el Mined en ese mismo periodo han entregado 14,135 toneladas métricas de alimento.

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