¡NACIMOS PARA VENCER!

NI MALTRATOS, NI HUMILLACIONES, NUNCA MÁS !!!

Escríbenos a info@simeduco.org; y a simeduco@yahoo.es Síguenos en facebook y en twitter:@SIMEDUCO y visita nuestra página Web: www.simeduco.org
REPRESENTACIÓN JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL:
Secretario General, Licdo. Francisco Zelada: Tel. 76830292;
Secretario de Organización y Estadística, Licdo. Joaquín Orellana: Tel. 76829982; y
Primer Secretario de Conflictos, Prof. José Daniel Rodríguez González: Tel. 76830679.

DIRECCIÓN: Central Sindical Independiente CSI, 23 Calle Pte. Pje. 3, No.1216, Colonia Layco, San Salvador.
“Trabajo, Organización y Lucha".


domingo, 12 de junio de 2011

EL DETONANTE TENÍA NÚMERO: 743





Roberto García


La coyuntura luce interesante. Para otros es preocupante porque significa la pérdida, o por lo menos el cuestionamiento, de privilegios a los que están muy acostumbrados. El sistema de privilegios, tal como se expresa en este momento, se construyó en la era de Arena y posterior a la firma de los Acuerdos de paz, como consecuencia de esta forma de hacer democracia que no rompía completamente con la dictadura militar. Esta manera de hacer democracia que dejó de lado el verdadero espíritu democratizador de los acuerdos de paz, que soslayó la transformación del Estado Salvadoreño y se erigió como parte; en lo político, del modelo neoliberal, que no es otra cosa sino una dictadura económica, que se corresponde con las democracias restringidas y controladas desde Washington. Es lo que, en concreto, está en crisis en este momento, pero la crisis va más allá. Tiene, pues, otros telones de fondo.


El momento se nos presenta cargado de contradicciones cuya acumulación es histórica; pero la contradicción principal parece ser entre la democracia representativa y la democracia participativa. Y no se trata de negar caprichosamente la democracia representativa sino que no hay otra manera de superar los vicios, las desviaciones y aberraciones que se expresan en disfuncionamiento de las distintas instituciones que componen el Estado. Los electores simplemente no se sienten representados por sus representantes y se impone la participación directa de quienes votan. Esto es el predominio de la democracia participativa frente a la democracia representativa y la idea no es que la primera sustituya la segunda, sino más bien, que ambas formas de la democracia convivan, pero se trata de que a los ciudadanos se les reconozca un mayor protagonismo. Por supuesto que ese reconocimiento no será ningún obsequio entregado con plena voluntad: será el resultado de más lucha ciudadana, de lucha pensada y organizada, con objetivos concretos para cada momento y lugar.


Los cambios de fondo que necesitan el sistema político salvadoreño tienen ese contenido que son los que determinan la dirección del país. ¿Va a seguir el país empantanado en el fango de la inseguridad, de una espiral inflacionaria que no se le ve el fin por ninguna parte o esto tendrá fin en algún momento? ¿Es posible ponerle fin? ¿Que es lo que ocurre con la demanda de derogación del decreto 743? El disfuncionamiento de esta manera de hacer democracia lo perciben hasta sectores conservadores y de derecha tal como lo estamos viendo en esta batalla que estamos librando en contra del referido decreto en defensa de la causa de los cuatro magistrados.


¿Cuatro magistrados? ¿La causa de cuatro magistrados ha tenido tanta capacidad de convocatoria y y se ha convertido en el detonante que ha despertado los ánimos dormido de los más diversos sectores en las derechas y las izquierdas? Pero es que no se trata de la causa de los magistrados; se trata de la causa de la democracia, la causa de quienes votan y los vicios y los excesos de quienes dicen ser sus representantes. Esto es lo verdaderamente indignante.


Los magistrados entienden muy bien el problema que tenemos en las manos: el sistema político necesita cambios y han sabido comprender el sentir de los salvadoreños y salvadoreñas en este momento. Pero dicho de otro modo: los magistrados están haciendo muy bien su trabajo y choca con el sistema de privilegios de quienes volvieron costumbre el tener un salario que va mucho más allá del salario mínimo o se acostumbraron a hacer lo que les venía en gana, a tener una conducta que es delictiva o que raya con el delito sin percatarse que la inmunidad podía terminarse. De todo esto hay entremezclado y mucho más. El problema es que el sistema de privilegios, vicios y negocios lo ha cubierto todo, y hasta los cimientos. Esto nos hace pensar en soluciones de fondo, esto es repensar el país desde abajo, la construcción de un nuevo Estado, una forma nueva de convivir, de relacionarnos... La razón del vivir no puede ser el acumular riqueza y el delinquir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DÉJANOS AQUÍ TU COMENTARIO