Gremios señalan fallas en servicio de salud
El Diario de hoy
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Domingo, 19 de Agosto de 2012
Las actuales autoridades del Instituto Salvadoreño de Bienestar
Magisterial (ISBM) no han logrado que se supere una serie de problemas
que afectan el servicio desde anteriores gestiones. Así lo advirtieron
ayer representantes de gremios de profesores, como el Sindicato de
Maestros de Educo (Simeduco) y Bases Magisteriales.
Manuel Molina, secretario general de Simeduco, aseguró que muchos educadores se quedan sin acceso a medicinas. Señaló que cuando van a las farmacias les informan que ya no tienen para ellos porque la cuota, por la cual paga el ISBM, se agotó en los primeros quince días del mes. Otra deficiencia es que deben esperar muchos meses para tener una cita con un médico especialista. Por esa y otras razones, Simeduco pedirá esta semana la destitución del actual presidente de la institución, Rafael Antonio Coto López.
El secretario general de esta gremial aseguró que, "pese a que hay necesidades urgentes que atender", esta administración ha gastado en comprar inmuebles "que eran de personas cercanas al FMLN". Además, se adquirió un vehículo nuevo valorado en unos $40 mil "para el traslado del funcionario".
El ISBM tiene programada para hoy su rendición de cuentas. No obstante, durante una conferencia, la primera quincena de junio, Coto López destacó que en los tres años de gestión se ha avanzado en mejorar el sistema de salud docente. En ese marco, destacó la apertura de 22 policlínicos y 32 consultorios.
"Estos consultorios están debidamente equipados para brindar servicios de salud: tiene electrocardiógrafos, electrocauterios. Ahora estamos implementando en ellos botiquines magisteriales que son para la dispensa del medicamento para el tratamiento de enfermedades crónicas", aseveró Coto, según una nota publicada en la página del Ministerio de Educación.
Los del Simeduco no están de acuerdo en que el ISBM compre servicios a hospitales públicos como el Rosales, porque "los profesores no reciben buena atención".
A eso suman que ellos, como ciudadanos, pagan sus impuestos y de esa forma han aportado al sistema de salud público.
El descontento también pasa porque la institución debe pagar 100 mil dólares, por una multa que le impuso un tribunal laboral a consecuencia del despedido de un grupo de médicos que formaban parte de ese sistema de salud. El sindicato considera que eso fue una mala decisión.
Paz Cetino Gutiérrez, quien representa al Simeduco en la Directiva del ISBM, reconoció que hay otros problemas, como la falta de cupos en laboratorios patológicos y radiológicos, además las cirugías son programadas con tardanza.
"La demanda de Simeduco es legítima. Hay problemas en los servicios de Bienestar", señaló Gutiérrez. Sin embargo, está en desacuerdo con que se critique la compra de inmuebles, pues considera que es necesario que el ISBM tengan patrimonio.
Según Gutiérrez, también secretario general de Bases Magisteriales, el ISBM trabaja con un presupuesto que ronda los $65 millones anuales. Seis por ciento se usa para gastos administrativos y el resto para el área de salud.
Israel Montano, de Andes 21 de Junio, aseveró que se trabaja para mejorar lo de las medicinas y especialistas, tras señalar que fortalecer el programa "puede tomar cinco años".
Manuel Molina, secretario general de Simeduco, aseguró que muchos educadores se quedan sin acceso a medicinas. Señaló que cuando van a las farmacias les informan que ya no tienen para ellos porque la cuota, por la cual paga el ISBM, se agotó en los primeros quince días del mes. Otra deficiencia es que deben esperar muchos meses para tener una cita con un médico especialista. Por esa y otras razones, Simeduco pedirá esta semana la destitución del actual presidente de la institución, Rafael Antonio Coto López.
El secretario general de esta gremial aseguró que, "pese a que hay necesidades urgentes que atender", esta administración ha gastado en comprar inmuebles "que eran de personas cercanas al FMLN". Además, se adquirió un vehículo nuevo valorado en unos $40 mil "para el traslado del funcionario".
El ISBM tiene programada para hoy su rendición de cuentas. No obstante, durante una conferencia, la primera quincena de junio, Coto López destacó que en los tres años de gestión se ha avanzado en mejorar el sistema de salud docente. En ese marco, destacó la apertura de 22 policlínicos y 32 consultorios.
"Estos consultorios están debidamente equipados para brindar servicios de salud: tiene electrocardiógrafos, electrocauterios. Ahora estamos implementando en ellos botiquines magisteriales que son para la dispensa del medicamento para el tratamiento de enfermedades crónicas", aseveró Coto, según una nota publicada en la página del Ministerio de Educación.
Los del Simeduco no están de acuerdo en que el ISBM compre servicios a hospitales públicos como el Rosales, porque "los profesores no reciben buena atención".
A eso suman que ellos, como ciudadanos, pagan sus impuestos y de esa forma han aportado al sistema de salud público.
El descontento también pasa porque la institución debe pagar 100 mil dólares, por una multa que le impuso un tribunal laboral a consecuencia del despedido de un grupo de médicos que formaban parte de ese sistema de salud. El sindicato considera que eso fue una mala decisión.
Paz Cetino Gutiérrez, quien representa al Simeduco en la Directiva del ISBM, reconoció que hay otros problemas, como la falta de cupos en laboratorios patológicos y radiológicos, además las cirugías son programadas con tardanza.
"La demanda de Simeduco es legítima. Hay problemas en los servicios de Bienestar", señaló Gutiérrez. Sin embargo, está en desacuerdo con que se critique la compra de inmuebles, pues considera que es necesario que el ISBM tengan patrimonio.
Según Gutiérrez, también secretario general de Bases Magisteriales, el ISBM trabaja con un presupuesto que ronda los $65 millones anuales. Seis por ciento se usa para gastos administrativos y el resto para el área de salud.
Israel Montano, de Andes 21 de Junio, aseveró que se trabaja para mejorar lo de las medicinas y especialistas, tras señalar que fortalecer el programa "puede tomar cinco años".
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