OPINION

"Es importante dignificar al docente, también evaluarlo"

Desde el seno de la Fundación Innovaciones Educativas Centroamericana (FIECA), el experto en educación Felipe Rivas Villatoro explica las implicaciones que tiene sobre la enseñanza - aprendizaje el mejorar el salario y las condiciones de vida de los maestros


Susana Joma Martes, 28 de Junio de 2011
EDH

La dignificación docente es considerada por los especialistas una deuda pendiente en el país y el resto de América Latina.

En el marco del mes del maestro, Felipe Alexander Rivas Villatoro, vicepresidente de la Fundación Innovaciones Educativas Centroamericanas (Fieca), opinó que la dignificación es un proceso que implica excelencia académica, valoración de la sociedad hacia el docente, así como prestigio del mismo.

¿Qué aspectos reúne la dignificación docente? Primero es una alta dosis de motivación y vocación de servicio: el segundo es el conocimiento amplio de la disciplina en que se formó y de los métodos de enseñanza aprendizaje. Sin dejar de lado la capacidad de generar un diálogo académico con sus estudiantes.

Según Rivas Villatoro, esto se ha perdido "especialmente porque el maestro está siendo poco remunerado y sus condiciones económico sociales han ido decayendo dentro del contexto de las otras carreras y los principios de la sociedad".

El tema salarial docente es algo que se debe analizar tomando en cuenta la realidad local e internacional con respecto a otras carreras: abogados, administradores de empresas, comenta.

"Su condición de vida (del educador) está muy por debajo de lo que ganan los profesionales de esas carreras. Sus posibilidades de crecimiento profesional en términos de salario son casi nulas: así como entró al sistema, así se pensiona", expuso.

Rivas, quien también es consultor en materia educativa, argumenta que esa situación se ha producido porque el país no ha generado las condiciones económicas favorables, a lo cual suma que a la hora de producir políticas educativas los gobiernos no toman en cuenta al docente.

Es decir las políticas o cualquier proceso de negociación de salario son temas que se gestan en las oficinas ministeriales. Si acaso se consulta a los representantes gremiales, pero no pasa lo mismo con los docentes y mucho menos los estudiantes.

Dejar de lado a los profesores le ha costado al sistema la pérdida de la calidad educativa, tal como lo demuestran los resultados de las pruebas que se aplican periódicamente, para medir el nivel de aprendizaje de los alumnos en educación básica, media (Paes) e incluso a los egresados de la Docencia (Ecap).

"Si los maestros no son efectivos no tenemos la seguridad de que la transformación llegue al sistema educativo", dijo, sin pasar por alto que la reducida inversión en el rubro no permitirá romper el círculo de la mala calidad, "porque los resultados que ahora se presentan (por parte del gobierno) están más ligados al tema económico que al educativo. Por ejemplo la dotación de calzado y uniformes que son importantes en coyunturas de crisis no van enfocados a lo estratégico, que es la calidad educativa. Además, de que ese período emergente podría decirse pasó".

Evaluación es un recurso

Otro aspecto que el vicepresidente de Fieca pone a consideración es el compromiso de país que tienen los docentes. Como parte de ello el estar abiertos a ser evaluados, a rendir cuentas para poder tener una contraloría social efectiva.

"Se necesita la dinámica de evaluación para la mejora continua, no para perder derechos, ni para despedir", dijo, en alusión al rechazo que los gremios docentes externan hacia este proceso, debido al temor de que se les separe de sus plazas.

Para Felipe Rivas eso es ver el tema desde uno de los extremos, porque lo obvio es que si un docente tiene un bajo rendimiento en su desempeño requiere soporte y un proceso de formación, refuerzo o capacitación, pero hay maestros que tienen juicios pendientes por acoso y siguen trabajando en las aulas y eso no debe ser.

El aborda otro punto que los gremios de educadores consideran una amenaza: la certificación docente de buenas prácticas. Al respecto opina que ésta puede servir para estimular a los docentes que están realizando bien su labor. Incluso recomienda un mecanismo de difusión de esas prácticas.

"La dignificación va orientada a tener los mejores estudiantes y docentes en ejercicio", opina Rivas. Eso cambiaría la realidad del sistema actual, donde los que optan por estudiar la carrera docente no son los mejores, cuando debe ser todo lo contrario.

¿Cómo lograr que los buenos estudiantes se conviertan en profesores? Eso pasará cuando mejoren las condiciones salariales de los profesores, las condiciones de trabajo y que se les estimule.

Cuestiona que el actual modelo de gestión educativa ha generado una confusión en el rol de los directores y maestros. "El énfasis que debería prevalecer es la autonomía educativa, donde el esfuerzo educativo está centrado en lo pedagógico, garantizar el aprendizaje efectivo, la mejora de la calidad, la investigación, mientras lo administrativo es accesorio", dice.

De allí que les da la razón a los gremios docentes que se quejan de la sobrecarga de trabajo que Educación les ha impuesto a los directores y docentes.

Un tema que no puede quedar de lado es el tema de la violencia social. Desde el punto de vista de Rivas Villatoro, el docente salvadoreño no está trabajando en un ambiente escolar comunitario sano, donde todo está orientado a los aprendizajes.

Por el contrario, día a día enfrenta el temor ante las escenas de muerte y las amenazas de extorsión que llegan a sus manos, en un contexto de violencia social que afecta a todo el país.Felipe Alexander Rivas Villatoro es doctor en Educación, en la especialidad de Mediación pedagógica. Es máster en Dirección y Administración, Lic. en Administración de Empresas. En los últimos 20 años ha acumulado experiencia en sistemas de educación alternativa, mediación pedagógica y seguimiento a procesos educativos integrales, entre otros. Ha publicado varios diagnósticos y participa en organismos educativos.