Gastaron $1 millón desde abril, Escuelas aún no reciben el subsidio de gas

» Directores y maestros se quejan de que Economía no ha llegado a censar los centros educativos ni les ha dado respuesta alguna.


por el momento, en algunas escuelas, los padres de familia han decidido cocinar la mayoría de alimentos con leña.FOTO EDH / ARCHIVO


Karla Argueta Lunes, 13 de Junio de 2011
EDH

Los centros escolares y los comedores de beneficencia aún no gozan del subsidio al gas licuado. El derecho les fue otorgado hace un mes y medio, mediante una reforma al artículo 9-A de la ley que regula al producto, pero ante la falta de la ayuda sus economías han comenzado a resentirlo.

Son alrededor de 4 mil 946 escuelas las que ejecutan un programa de alimentos, y la cantidad de gas que consumen al mes oscila entre tres a 14 cilindros de gas.

Con un promedio mensual de siete tambos, las escuelas gastaron sólo en abril un poco más de $508 mil, lo que resulta en $331 mil más de cuando había subsidio generalizado. Pero no sólo eso, con el incremento de $0.62 que anunció el Ministerio de Economía en mayo pasado, la cifra mensual se elevó a más de $529 mil.

En total, los centros educativos han gastado aproximadamente $1 millón 37 mil 251 desde que se implementó la racionalización del subsidio, y cada centavo salió del bolsillo de los padres de familia, de los cafetines y en algunos casos del presupuesto escolar.

"Estamos pensando seriamente en pedir la colaboración de los padres de familia, porque no sabemos si lo que sale del cafetín va a seguir alcanzando para comprar el gas", asegura el director del Centro Escolar San Francisco, de San Pedro Perulapán, Manuel Molina.

Molina, también representante del Sindicato de Maestros del Programa Educación con Participación de la Comunidad (Simeduco), dijo que desde que fue anunciada la inclusión de las escuelas en el beneficio, no han recibido noticias. El jueves pasado, durante una reunión general con el ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, éste se limitó a responder que el Presidente de la República había dado la orden a Hacienda para que buscara los $19 millones con los que se financiará el subsidio a las escuelas.

De acuerdo con el secretario de Simeduco, sólo en ese centro educativo se gastan 4 tambos por mes para alimentar a 200 niños, y debido al alto costo del gas, decidieron cocinar todo con leña, salvo las pupusas se cuecen en plancha dos o tres veces por semana.

A pesar de que la leña se ha convertido en una alternativa, la llegada de la época lluviosa ha complicado todo, pues como dice Molina: "para este tiempo, la leña suele estar húmeda, se escasea y se pone cara".

El panorama es el mismo en la capital, de acuerdo al secretario de Bases Magisteriales, Luis Mario López. En el Centro Escolar República de Argentina, donde trabaja López, los padres de familia han colaborado para comprar el gas licuado.

El problema de las escuelas, se agrava, añade Manuel Molina, no sólo porque el precio del gas aumenta cada mes y el subsidio que no llega, sino por la tardanza del Ministerio de Educación en entregar el segundo desembolso correspondiente al presupuesto escolar.

Pedro de Jesús Chávez, director del Centro Escolar Santa Lucía, en Soyapango, asegura que ya recibieron la visita de personeros del Ministerio de Economía a preguntar por el consumo de gas licuado; sin embargo, de eso ya pasó un mes. Esa misma situación viven centenares de cocineras de comedores en mercados municipales, quienes tampoco han recibido respuesta.

Para cumplir con el programa de alimentos, Chávez dice tomar dinero del presupuesto que otorga Educación, algo que ha implicado un recorte en otras áreas como en la compra de material didáctico, pago de facturas y reparaciones en infraestructura.

Luis Mario López espera que el subsidio sea retroactivo, porque "así podremos recuperar el dinero e invertirlo en actividades que ha descuidado la escuela".