Poca inversión en infraestructura escolar

» Educación tiene programas que exigen que las instalaciones escolares estén en mejor condición

Susana Joma
Sábado, 14 de Agosto de 2010

El sistema educativo del país tiene en la falta de infraestructura escolar un escollo que literalmente se agudiza cada día. La vulnerabilidad del territorio ante fenómenos naturales, la consiguiente ausencia de un plan de inversión sostenido por parte del gobierno y el Ministerio de Educación (Mined) en este rubro son dos factores de peso en esta situación que se torna dramática en algunas instituciones de enseñanza.

En las palabras de muchos directores y maestros de escuelas públicas se ilustra la frustración tras años de esperar que se concreten proyectos constructivos para beneficiar a la comunidad educativa.

La inversión que impulsan la actual administración en edificios escolares se limita a aquellos afectados por los fenómenos climáticos y ronda los $9 millones. Dichos recursos no proceden de fondos propios, sino de préstamos o la cooperación internacional. Otros tendrán que esperar porque no se escucha de parte de Educación noticias sobre más inversión.

El secretario general del gremio de educadores Bases Magisteriales, Luis Mario López, considera que igual que en otras áreas de inversión educativas no se ve disposición presupuestaria para terminar de atender el déficit histórico y los fenómenos naturales.

Para López resulta preocupante que las autoridades de Educación insistan en hablar del Plan Social Educativo "Vamos a la Escuela 2009-2014 ", de forma más particular de la Escuela de Tiempo Pleno que busca ocupar a los muchachos en actividades extracurriculares, cuando los centros están lejos de tener un ambiente físico diferente (cómodo, atractivo) del que actualmente tienen.

Según López, cada vez es más urgente llevar a la práctica las mejoras en los ambientes escolares que justo el Ministerio de Educación se ha trazado como un programa insignia.

Para 2009 un informe de la Comisión de Seguimiento del Plan 2021, que formó durante la administración anterior, daba cuenta de que 2,400 escuelas, de las 5,163 que hay en el territorio, demandaban algún tipo de necesidades.

Sin embargo, esa cifra ya se habría quedado corta. Los datos que a cuentagota se han conocido en lo que va de la gestión del ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, revelan que el Huracán Ida deterioró 111 centros y Agatha 615. Eso implica un impacto en el 14% de los que hay en el país, según informó en su momento Sandra Alas, directora Nacional de Gestión Departamental del Mined.

Al cierre del periodo de la ex ministra de Educación, Darlyn Meza, cifraron en $400 millones el déficit de infraestructura educativa y en $70 millones lo invertido en el rubro durante ese quinquenio.

Los actuales titulares, quienes a inicio de su gestión confirmaron que para el presente año reducirían la inversión en este aspecto, hablan de un déficit de edificaciones cercano a los $434 millones.

Ante este panorama, lo único real para algunos centros con necesidad de infraestructura, como el caso de El Pital, ubicado en Lourdes, Colón, La Libertad, son el agua lluvia y la luz solar que entran por los grandes hoyos de los techos de sus salones de clase. Allí cuatro de ocho aulas tienen daño.

"A veces sacamos a los muchachos a los pasillos y esperamos que pase un poco la fuerza de la tormenta. También ocurre que si está soleado no aguantan estar dentro porque les da mal de orín", explica el profesor David Rodríguez, quien desde hace tiempo viene insistiendo a Educación para que les reparen el sistema eléctrico y un muro perimetral para que les brinde cierta seguridad.

En esa escuela esta semana tuvieron que despachar a los alumnos a sus casas, porque las tuberías están dañadas y la cisterna no funciona.

En el Centro Escolar El Barillo, ubicado en la zona de Zaragoza, La Libertad, la situación es igual de crítica. Allí esperan la construcción de un edificio desde los terremotos de 2001, porque trabajan en aulas construidas con lámina y latas viejas.

"En la mañana no tengo salón y me toca desarrollar las clases en un corredor, a menos que un profesor falte", expresó Rubén Zepeda, profesor de Ciencias.

Dina Mejía, directora del Centro Escolar República de Japón, en Mejicanos, plantea que el presupuesto escolar que les asigna Educación, por cierto con retraso, no logra cubrir todas las necesidades de mantenimiento que tienen los centros de enseñanza, mucho menos cuando se trata de obras grandes como el caso de construcción o reparación de muros de contención dañados, sustitución de techos y sistema eléctrico, problemas que también son comunes en el Centro Escolar Antonio Najarro.

"La Najarro", situada a escasos metros de donde hace unas semanas fue incendiado un microbús con pasajeros, los sanitarios de niños y niñas están deplorables. El conserje dijo que meses atrás avisaron al Mined de los daños, pero no hubo ayuda.

De acuerdo con el último informe de la extinta Comisión de Seguimiento del Plan Nacional 2021, hasta el año pasado 1,678 instituciones de educación pública requerían la construcción de sanitarios de taza o de losa con fosa séptica, otros 366 la instalación de sistema eléctrico y 192 lo tenían, pero dañado. Además, 164 carecen del servicio de agua potable.

Para muchas comunidades la falta de infraestructura se agudizó debido al incremento en la población escolar que se dio como resultado de la iniciativa de entrega del paquete escolar.

"Necesitamos dos aulas más. La demanda aumentó sobre todo en parvularia y hay niños que ya no los podemos recibir por la falta de espacio", explicó Alfredo Zepeda, educador del Centro Escolar Bosques del Río, en Soyapango. La historia se repite en el Centro Escolar Comunidad Planes de Mariona, de Cuscatancingo, así como en el Centro Escolar Lirios del Norte.

En general el problema de infraestructura incluye la construcción y reparación de espacios para laboratorios, centros de recursos para el aprendizaje, salones de uso múltiple, así como áreas para desarrollar actividades culturales, recreación y deportes.