SUSANA JOMA NACIONAL@ELDIARIODEHOY.COMLunes, 27 de Febrero de 2012
Por segundo año consecutivo, directores de centros educativos de educación media y básica del país se están tronando los dedos porque el Ministerio de Educación (Mined) no les ha desembolsado el presupuesto para funcionar. Eso es lo que explicaron ayer algunos directores.
De allí que no tienen para pagar salarios de empleados y tampoco para adquirir insumos para cumplir con las tareas administrativas y académicas, además de pagar las cuotas del Seguro Social, de las AFP y las cuentas de servicios básicos, incluyendo el Internet.
Edgardo Guido, director del Instituto Nacional Alberto Masferrer (INAM), ubicado en la colonia Zacamil, de Mejicanos, dijo que quince personas (entre secretarias, ordenanzas, enfermera y vigilantes) tienen dos meses de no recibir salario porque éste se les paga de los fondos que la Cartera de Estado les traslada como presupuesto y bono de gratuidad.
El INAM contó el año pasado con un presupuesto de $119 mil, que le fue entregado en dos desembolsos.
"Esto (retraso en la entrega del dinero) está ocurriendo en todos los institutos y escuelas, porque no se ha entregado el bono de la gratuidad", dijo Guido, en cuyo centro educativo se han matriculados mil estudiantes en las modalidades de bachillerato general, comercial y mecánica automotriz.
El instituto, que desde hace años trabaja con un modelo que busca la formación integral de los muchachos, ahora no cuenta con dinero para comprar los materiales y equipos con que los estudiantes tienen que realizar sus prácticas en el taller de mecánica automotriz, cosmetología, artes manuales, corte y confección.
Nelson Alvarado, encargado del taller de mecánica automotriz del INAM, expuso que necesitan material didáctico como electrodos, ángulos y hierro para trabajar con las secciones de primero, segundo y tercer año de bachillerato.
Si bien en enero lograron ocupar material que sobró del año pasado, eso ya se terminó y los muchachos y muchachas no tienen con qué practicar.
"Tampoco les podemos pedir (material) a los estudiantes, porque tenemos problemas con el Ministerio de Educación", expuso sin dejar pasar la oportunidad de recordar que necesitan que el gobierno les mejore las instalaciones del taller de mecánica y los equipos.
Alvarado dijo en este momento la única opción que tienen es darles a los estudiantes sólo teoría pero eso les aburre a los alumnos.
Para Óscar Melara, director del Instituto Nacional Técnico Industrial (INTI) la situación pinta igual, aunque guarda la esperanza de que el ministerio les traslade el dinero antes de las elecciones, tal como se prometió.
Melara explicó que allí les adeudan dos meses de salario a 20 empleados administrativos, que han sido contratados por el Consejo Directivo Escolar (CDE), pero que se costean con fondos del presupuesto.
Tanto Melara como Guido exponen que el retraso en el pago de las AFP y Seguro Social los hace caer en una mora que el Mined no paga y ellos terminan cancelando.
En los talleres del INTI ya se sufre por la escasez de material gastable que los alumnos utilizan en sus prácticas.
"A los de automotriz no se les puede dar combustible para motores que funcionan como modelos didácticos. No tenemos guaipe (material conque limpian piezas). Necesitamos sustituir computadoras y no podemos comprar repuestos para algunas", aseveró Melara.
En esa institución, donde ahora cuentan con 1707 alumnos (diurno, nocturno y Edúcame) ya se resiente también la falta de plumones, escobas, trapeadores, detergente para la limpieza de los baños, entre otras cosas.
Desde el Centro Escolar Cantón San Francisco, de Cuscatlán, también surgen las voces pidiendo al Ministerio de Educación que desembolse los bonos.
"A la fecha no se nos ha depositado. Lo que se nos dijo el jueves pasado en Capres (Casa Presidencial) es que iban a depositar entre este jueves y viernes", manifestó Manuel Molina, director de la escuela del Cantón San Francisco y también secretario general de la gremial Simeduco.
Hoy el retraso no les ha permitido pagar al profesor de educación física, pintar la escuela ni el portón. Tampoco comprar material didáctico. "Hemos logrado que una librería nos fíe", añadió.
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