Por unos votos...

11 de Julio de 2010 15:14

Roberto García.

Se vale cualquier cosa. El decreto 411 de la Asamblea Legislativa que manda a leer la Biblia en los centros escolares por siete minutos es un acto de hipocresía verdaderamente increíble. El capitalismo es lo más anticristiano que puede haber y el neoliberalismo es, en esencia, capitalismo salvaje, como lo diría Juan Pablo II. El capitalismo corrompió y comercializó el cristianismo, la fe cristiana la convirtió en mercancía y las iglesias cristianas de cualquier signo en parte de la competencia que se libra en el mercado en la que usted escoge donde adquiere su boleto para ir al cielo.

La politiquería de nuestros diputados de derecha que se aprovechan de la ignorancia, de la ingenuidad y de la fe de nuestra gente llega hasta la desfachatez, pues se disfrazan de cualquier forma por unos votos más. En la lógica de estos señores cualquier momento y oportunidad es buena para activar el mercado electoral, pero quién les dijo que la violencia se desmonta leyendo la Biblia, si la narración bíblica está llena de hechos de violencia comenzando con el asesinato de Caín, guerras y asesinatos en cadena hasta llegar a la muerte archiviolenta del mismo Jesús. Pero la historia del cristianismo es, además, una cadena de hechos violentos. Comenzando por la llegada del cristianismo a nuestra América que no fue ninguna expresión de amor de los españoles, cruzadas, inquisiciones, etc. Es muy dudoso que estos señores crean en el amor y el perdón cristiano porque si creyeran quizás tendrían por lo menos una pizca de honestidad y no salieran corriendo hasta tropezarse para proponer como solución a la violencia-delincuencia la pena de muerte. Jesús propuso otro trato con los enemigos. Estos señores de amor y de tolerancia es de lo que menos que saben, a mi se me ocurre que lo que brota a borbollones del corazón de estos señores es mucho, pero mucho odio y odio de clase.


La idea de la recomendación de que se lea la Biblia porque puede contribuir a resolver el problema olvida que las causas de la violencia y la delincuencia son estructurales, que la sociedad salvadoreña está estructurada para fabricar riqueza a costa de pagar bajos salarios, negar prestaciones laborales y haciendo trabajar a hombres y mujeres más allá de lo que es justo y normal. Estos señores, diputados, lideres políticos, no conocen de amor al prójimo, de lo que saben mucho es de cómo explotar y convertir en oportunidad para hacer dinero de cualquier tragedia. El terrible hecho de la quema del microbús de la ruta 47 en Mejicanos con los pasajeros adentro la convirtieron en la oportunidad para vender más noticias, más armas y municiones y a saber cuantas cosas más y para desestabilizar a este gobiernito que apenas da los primeros pasos en la comprensión de este fenómeno social, pero que la derecha entiende muy bien como se manejan estas cosas en función de los negocios, en función de la propaganda política y electoralmente. Todo está en función de los negocios, de perpetrarse en el poder y de las conveniencias electorales. Es importante que en esta época de gran crisis de las derechas aprendamos a leer los hechos y los mensajes del poder tradicional para que no caigamos en sus juegos sucios y contribuyamos a sostenerse en su dominio y en su afán explotador.