foto archivo SIMEDUCO
La negociación con el gobierno sobre el tema de salario lleva año y medio sin mucho avance
SUSANA JOMA NACIONAL@ELDIARIODEHOY.COMDomingo, 22 de Abril de 2012
El cierre de escuelas convocado para hoy y mañana por Bases Magisteriales, con el respaldado del Sindicato de Maestros del Programa Educo (Simeduco) es la segunda medida de este tipo en lo que va del año.
Lo que pretende ser, según explican los dirigentes sindicales, una presión porque el gobierno no ha cumplido el artículo 33 de la Ley de la Carrera Docente que manda revisar el salario de los profesores cada tres años, terminará por afectar a cientos de estudiantes que se quedarán sin atender las lecciones del día.
Esta situación se veía llegar puesto que, durante la pasada campaña presidencial el actual ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, hizo un par de promesas dirigidas al magisterio, entre ellas la mejora de su situación económica como parte de un proceso de dignificación de su labor. Eso quizá sin haber hecho números y tener en cuenta las condiciones económicas.
A mediados de 2010, antes de que entrara de lleno el período eleccionario de alcaldes y diputados, los dos sindicatos de docentes comenzaron a hacer sus propuestas para negociar la mejora económica, misma que se tenía que haber aplicado este año. Eso, según la misma ley, es independientemente del incremento de 10 y seis por ciento que el presidente Mauricio Funes otorgó a los empleados del sector público.
Si bien en años anteriores las negociaciones de la revisión salarial se llevaban en el seno del Ministerio de Educación (entre los gremios y los titulares de Educación), en esta oportunidad la dinámica cambió. El ministro del ramo, Salvador Sánchez Cerén, llevó el tema hasta Casa Presidencial (Capres). Se desconoce el porqué de esta mecánica, pero lo cierto es que allí inició un proceso al que no se le ve fin.
En Capres la temática se trata en una mesa donde participan el secretario de Asuntos Estratégicos, Francis Hato Hasbún, y los ministros de Hacienda, Carlos Cáceres, y el de Educación.
Por parte de los gremios están representantes de Bases Magisteriales, Simeduco, Andes 21 de Junio, del Consejo de Directores de Institutos Nacionales (Codines), del Sindicato de Andes (SiAndes) y del Sindicato de Trabajadores Administrativos del Ministerio de Educación (Sitadmes).
A más de año y medio viendo el tema, las partes sólo se han puesto de acuerdo en que los educadores recibirán un 20 por ciento de incremento. Este sería mayor que el nueve y 10 por ciento que los docentes obtuvieron en administraciones gubernamentales anteriores.
Sin embargo, ese 20 por ciento lleva incluido el 10 y el seis por ciento que el actual gobierno les otorgó por ser empleados públicos.
En una propuesta inicial el gobierno planteó que, por la situación económica, los porcentajes con los cuales se complementarían el 10 y al seis por ciento se les entregaría entre 2012 y 2014.
Esa propuesta de distribución del aumento no sonaba tan mal a gremios como Andes, que en gestiones anteriores fue el que hizo más férrea oposición en las mesas de negociación y que hoy está más cercano a la gestión de Sánchez Cerén.
No obstante, Bases y Simeduco no se mostraban del todo convencidos de que era la mejor opción, sobre todo porque también han estado molestos ante el hecho de que el gobierno no daba visos de pagarle a los docentes el dinero del aumento salarial al sector público, que no les depositó en los primeros meses del 2011. Ese es el "complemento" que el ministro de Educación llama hoy "incentivo" y del cual se informó el viernes que una parte será entregado el próximo miércoles.
Bases y Simeduco argumentan que aplicar la revisión salarial en porcentajes graduales no beneficiará al docente, porque en la práctica se diluirá con los descuentos que les hacen y los aumentos constantes en los costos de los servicios de luz, la gasolina y la canasta básica.
El descontento por el incumplimiento del artículo 33 de la Ley de la Carrera Docente creció al punto de que Simeduco realizó una suspensión de clases en centros escolares urbano rurales y rurales el 5 y 6 de marzo pasados.
Los docentes se exasperaron más a mediados de marzo, cuando la parte gubernamental les dijo que no había fondos para darles la mejora salarial y no les aplicaría ningún porcentaje de incremento a partir de este año, sino desde el 2013. El secretario general de Simeduco, Manuel Molina, y su similar de Bases, Luis Mario López, alegan que el gobierno está dando largas a la revisión salarial como parte de una estrategia.
"Que se sienten (los del gobierno) seriamente en la mesa a negociar y respeten la Ley de la Carrera Docente. El magisterio está pensando en resolver temas de hambre, no en política. El sueldo no les alcanza", declaró Molina.
El viernes, el secretario general de Simeduco confirmó que esperan el apoyo de buen número de escuelas que formaron parte del programa Educo, muchas de ellas con poblaciones escolares grandes. Esto porque durante la semana recorrieron varias y explicaron a los docentes la problemática.
Lo propio hizo Bases Magisteriales en otros centros educativos del país. Ellos esperan el acompañamiento de muchos, a pesar de que insisten que desde las direcciones departamentales se trata de disminuir el impacto de ese tipo de medidas llamando a los docentes a capacitaciones o recordándoles que pueden ser sujetos de descuento.
Tanto Molina, de Simeduco, como Luis Mario López, de Bases Magisteriales, descartan que esta protesta tenga un matiz político, como lo reiteró el ministro de Educación, en alusión a que el representante de Bases, quien también es dirigente de la Central de Trabajadores (CTD) dio a conocer el apoyo a las acciones que realizan los sindicatos de los hospitales públicos.
"El que está pensando políticamente, electoralmente es él. Él es el que está pensando en la candidatura", dijo Molina, del Simeduco, al referirse a que el tema del salario y las quejas que ellos lanzan por la falta de recursos en las escuelas son cosa aparte de cuestiones políticas.
En varias oportunidades el ministro Sánchez Cerén ha descartado que desde la institución presionen a los educadores para que no participen en las protestas. No obstante, les recordó que también ellos incumplen la ley al dejar a los niños sin darles clases.
Sánchez Cerén insiste en que las suspensiones no tienen razón de ser porque hay una mesa donde se está abordando el tema. Sin embargo, no da espacio suficiente para profundizar en por qué las negociaciones se han quedado estancadas.
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