Dos veces ha cambiado de escuela por las amenazas

Simeduco pedirá al Legislativo prorrogue decreto que permite traslado a maestros amenazados

Compartir:|

SUSANA JOMA NACIONAL@ELSALVADOR.COMViernes, 23 de Diciembre de 2011

El capítulo de los nueve docentes que en septiembre pasado marcharon del centro escolar del cantón Azacualpa, en Panchimalco, tras recibir amenazas a muerte por parte de supuestos pandilleros no está cerrado.

Luego de que los educadores hicieron gestiones ante distintas instancias lograron que el Ministerio de Educación los reubicara en otros centros. Ocho lograron ejercer, pero al cerrar este año no se sabe si continuarán en las instituciones a donde llegaron porque no les han otorgado las plazas; el noveno profesor está sin trabajar y muy angustiado. ¿Qué le ocurrió?

La respuesta es simple, compleja y sumamente triste: en el Centro Escolar Rosa Linda, donde llegó fue amenazado a muerte y de nuevo tuvo que denunciar el hecho ante las autoridades. De no hacerlo Educación no le da el aval para que gestione un traslado.

El centro educativo al cual había sido reasignado está ubicado en el municipio de San Martín, San Salvador, que es una de las zonas señaladas por sus altos índices de violencia.

El educador, cuyo nombre mantenemos en reserva por seguridad, explicó que en noviembre, cuando tenía unos cinco días de haber llegado a esa escuela recibió una carta donde le decían que "no me querían ver allí y que si no me iba me iban a matar. A quien querían allí era al profesor al que yo llegué a sustituir".

Este docente, quien se dedica a la enseñanza de la Matemática, está muy preocupado y de nuevo en espera de que la cartera de Estado le asigne a otra escuela que esté en un sector donde los responsables de la amenaza no tenga incidencia.

"En el momento que recibí el papel estaba abatido. Me hago la pregunta ¿qué estaré pagando yo para que me vuelvan a sacar corriendo de un centro escolar donde los maestros eran muy respetuosos y ya estaba haciendo ambiente, dispuesto a echarle ganas al trabajo. Estoy decepcionado y triste", aseveró.

Su situación es tal que mientras habla de su problema tiene que hacer esfuerzos para que las lágrimas no brotaran de sus ojos llorosos.

Con voz entrecortada el educador comentó que el tiempo lejos de su trabajo le ha afectado mucho en lo laboral y personal. Y es que si bien el Ministerio de Educación le paga el salario no puede hacer lo que le gusta, que es enseñar Matemática a los jóvenes de tercer ciclo.

Él se graduó como maestro en la Universidad de El Salvador (UES), donde estudió el profesorado. Posteriormente hizo un curso especializado para la enseñanza de la Matemática, el cual fue desarrollado bajo el programa Talentos Matemáticos, del mismo centro universitario.

"No me siento tranquilo. Estoy pendiente de dónde me voy a ubicar, por dónde voy a caminar y por dónde no tengo que pasar", agregó tras hacer un breve recorrido por sus nueve años de ejercicio profesional que empezó en el Centro Escolar Caserío Las Victorias, luego en el Centro Escolar Cantón Azacualpa.

El joven educador está vedado de ir por algunos puntos como Panchimalco, San Martín y también otras zonas del centro de San Salvador.

En algún momento ha llegado a pensar en dedicarse a otra cosa, según comentó.

"Quizá voy a trabajar de otra cosa, porque ya veo que esta cuestión está bien delicada, pero hay gente que me dice que no en todos los lugares está igual. Lo cierto es que uno queda con un trauma sicológico que es bien duro vivirlo", argumenta.

Sostuvo que la situación también ha sido difícil porque las autoridades de educación han presentado negativas constantes para ejecutar los traslados.

Si bien lograron ser reubicados fue gracias a la intervención del Sindicato de Maestros de Educo (Simeduco) y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).

Eso es precisamente lo que hizo una colega suya. Se marchó para Estados Unidos con toda su familia para evitar ser víctima de un atentado. Dijo que no sentía garantías.

Al respecto, Manuel Molina, secretario general de Simeduco, expresó que quieren ayudar a los profesores que salieron de Azacualpa porque los han ubicado en centros, pero no estables, y para enero quedan volando.

"Vamos a ir a la Asamblea (Legislativa ) a pedir dos cosas: una que se interpele al ministro para que dé un informe por el trato que se da a los compañeros amenazados a muerte, y dos que el decreto 499 sea prorrogado un año más, porque el tema de la delincuencia en las escuelas no está resuelto aún.

El Ministerio de Educación solo ha reportado que unos 360 profesores han solicitado traslado este año.