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“Trabajo, Organización y Lucha".


domingo, 31 de enero de 2010

MAQUIAVELISMO CONTEMPORÁNEO, CAMBIO Y REALIDAD

Por: Francisco Zelada

En el contexto de la Italia del Siglo XVI, el filósofo Nicolás Maquiavelo escribe, en el año 1513, su más importante obra publicada en 1532: El Príncipe. Con esta obra, se revoluciona la Ciencia Política de la época, pero, a través de los tiempos, el maquiavelismo se fortalece como una filosofía adoptada, principalmente por los gobernantes de los Estados en crisis.
En El Salvador, con el triunfo electoral obtenido por el principal partido de oposición, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que desde 1994 venía saboreando la derrota, y que el 15 de marzo de 2009 conquistara la administración del Estado, se abre una nueva página de nuestra historia, y la probabilidad de cumplir con las promesas de campaña, metidas todas en un solo saco etiquetado con la frase: GOBIERNO DEL CAMBIO.
En realidad, siete meses de un nuevo gobierno, son muy pocos para transformar las injustas estructuras de poder organizadas por los gobiernos neoliberales de hace más de dos décadas; sin embargo, las bases del GOBIERNO DEL CAMBIO debieron haberse creado ya, elaborando y socializando los indicios del rumbo a seguir; los temas prioritarios como la hambruna que sufren cientos de comunidades rurales, debió atacarse frontalmente, desde el primer día del nuevo gobierno; la violencia estructural; el crimen organizado; la delincuencia común; la corrupción; la evasión y elusión de impuestos; etc. son temas que no deberían, después de más de un semestre de una nueva administración pública, seguir durmiendo el sueño de los justos. Al menos, el pueblo salvadoreño debería conocer las políticas de Estado, estrategias, planes, programas y proyectos diseñados para que funcione el gobierno del cambio. En este nuevo escenario, muchos ciudadanos/as comunes, constantemente nos interrogamos: ¿Puede concretarse un gobierno del cambio, dentro de un modelo neoliberal?, ¿Podrá la nueva administración de la cosa pública, marcar la diferencia con las administraciones anteriores, teniendo como asesores/as a funcionarios de los gobiernos de Saca, Flores, Calderón, Cristiani y hasta de Duarte? o ¿Será que el Soberano Pueblo eligió GOBIERNO DEL CAMBIO O CAMBIO DE GOBIERNO? si alguien tiene respuestas a estas interrogantes, sin entrar en el dialéctico debate del cambio en constante cambio, ansioso el pueblo las espera.
La realidad que nos envilece sigue asechando nuestras vidas: Dolarización, presas y represas, explotación minera, contaminación ambiental, asesinatos, extorsiones, desempleo, alto costo de la vida, marginalidad, pobreza extrema, ley de amnistía, privatización de servicios básicos, etc.etc. Pero: ¿Acaso para construir la hazaña del 15 de marzo, el pueblo no puso su cuota de sacrificio voluntario, entrega, resistencia y heroísmo? ¿Qué reclamos nos haría ahora Feliciano Ama, Anastasio Aquino, Farabundo Martí, Mélida Anaya Montes, Roque Dalton, Rutilio Grande, Arnulfo Romero, Schafik Handal, y todos aquellos héroes y heroínas de la patria que cayeron abrazando la utopía de instaurar en El Salvador, un gobierno democrático popular?
Maquiavelo, al referirse a las repúblicas, como una forma de organización del Estado, claramente atinaba que éstas no siempre habían existido, al igual que los principados; es decir, las repúblicas son conceptos abstractos que sólo existen en la imaginación socialmente construida, en los seres humanos, como sujetos históricos. De ahí que cada persona tiene su propio concepto de lo que podría ser una república; lo mismo ocurre con los principados: El Príncipe existe, en la medida que alguien lo reconoce: el súbdito. Un presidente existe, en la medida que haya un presidido; un patrono, si hay un asalariado; un representante, si alguien es representado, etc. etc. Es en esta dinámica social en la que la filosofía maquiavélica se encarna y merodea nuestra vida cotidiana.
El autor de la famosa frase “el fin justifica los medios”, sigue más vivo que nunca en estos tiempos de angustia que vive el pueblo salvadoreño. Es claro que toda persona honrada, honesta, moralista y con firmes principios éticos, fracasa constantemente, en tanto que el resto de personas que le rodean, no lo sean. Sólo para puntear una arista de la realidad que se vive en esta nueva coyuntura, en el Sistema Educativo Salvadoreño: Los nuevos titulares del ramo de Educación han expresado su voluntad y compromiso de transformar el actual Sistema Educativo; para hacer realidad esta aspiración necesitan el respaldo del Magisterio Nacional que se identifica con ese compromiso; pero, además, requieren de la colaboración de las estructuras departamentales de educación. En estas estructuras se crean los cuellos de botella, debido al uso de argucias y a la audacia de las representaciones de la derecha maquiavélica capaz de seducir (con besos judaicos, con abrazos, con cafecito y agua, con lo que sea) a cualquiera, a cambio de asegurar su objetivo político, su seguridad y su propio bienestar. Al interior de muchas de estas departamentales de educación se desarrolla una silenciosa disputa por el control del dominio en la administración; en algunas de ellas, la derecha ha recuperado el control, sin mayores esfuerzos; tales son los casos de Sonsonate y La Libertad. En las gestiones de estas dos estructuras "educativas", particularmente, más allá del discurso o retórica panfletaria, del método de la persuasión sobre la verdad, no existe un código de ética y, es la infamia, la calumnia, la institucionalidad prostituida, los procesos viciados, etc. los elementos que les caracterizan y que forman parte de los ejes estratégicos que impulsan los mismos grupos de poder que han gobernado en las últimas décadas esos aparatos que deben ser de Estado. Ellos/as muy bien lo saben que si practican las virtudes; los valores; eliminan los dobles discursos, etc. estarían construyendo su propia ruina y cavando la tumba para su cadáver político.
Los desmanes generados al interior de estas instituciones secuestradas, se están exportando hacia los elementos micros del sistema: los Centros Educativos, los organismos de administración, los Consejos de Maestros, alumnado y, el aula.
Cada uno de estos personajes que dice dirigir la departamental de educación, pierde gran parte de su tiempo en campañas de promoción personal, y en maniobras que generan problemas que van, desde los más simples, a los más complejos y ha perdido todo espíritu de formación y actualización profesional para enfrentar los desafíos que representa el ejercicio del cargo. Con esa caracterización de actuares, no cabe duda que son los peones por excelencia, los caballos de Troya que la habilidosa derecha necesita para recuperar, en las próximas elecciones, el poder perdido.

Cuando un hombre ha llegado a un punto tal de corrupción que no tiene aún la conciencia de su perversidad, no se puede contar ya con él”.
MERLÍN DE DOVAL

martes, 19 de enero de 2010

OTRO LOGRO DE SIMEDUCO

A continuaciòn la circular que SIMEDUCO negocio con el MINED para hacer valer el decreto 62, que elimina las penosas ratificaciones de contratos en el programa EDUCO.
Esto por la insistencia de algunas ACEs con la complicidad de algunas direcciones departamentales de ratificar contratos y despedir algunos compañeros/as con la argucia de las adendas.

haz click en la imagen para descargar





¡ Por la dignidad de los y las docentes SIMEDUCO presente!

lunes, 11 de enero de 2010

Año político 2009



Dagoberto Gutiérrez

Sus doce meses concentran, como la luz en un rayo, toda la atención de la década, de la primer década del siglo y esto significa, los veinte años de la postguerra, el neoliberalismo aplicado, sin anestesia, la derrota de la antigua clase dominante, la cafetalera y el ascenso de la nueva, el capital financiero; implica el cambio de clase gobernante y la sustitución en este papel de las fuerzas armadas, también comprende el mayor empobrecimiento de la sociedad y la proletarización de las clases medias; finalmente comprende la victoria rotunda del mercado sobre el estado y el sometimiento de la naturaleza a la economía.

Todo esto está contenido en la primera década del presente siglo y todo esto estalla implosionando en el 2009, es por eso el año de mayor tensión.

Planetariamente es el año en que se derrumba el capitalismo estadounidense en su forma de financierización y se inaugura el proceso para la erección de un nuevo imperio dominante en el planeta, Estados Unidos pierde la hegemonía y el dólar cede posiciones ante nuevas propuestas de nuevas monedas que pueden sustituirlo como moneda universal.

Este año es el de mayor peligro de confrontación militar porque esta es la opción por la que camina el capital estadounidense y la que determina el Estado profundo en ese país, es decir el pentágono y el bloque industrial militar.

En América Latina avanzan los procesos políticos que desde el sur del continente establecen nuevas reglas de relación entre el estado, el mercado y los recursos naturales y se avanza hacia nuevas formas de democracia participativa que sin negar la democracia representativa construyen un proceso de democratización de la democracia. Suramérica contiene el agua, el petróleo y el gas natural que Estados Unidos no tiene y es por eso la joya codiciada para los consorcios estadounidenses y la piedra de conflicto en la confrontación internacional.

Centroamérica, siendo la parte más atrasada del desarrollo capitalista registra, sin embargo, procesos políticos que pueden ser desequilibrantes para los poderes tradicionales, eso es lo que ocurre en Nicaragua, y en Honduras; eso es lo que crea la necesidad imperial de apoyar el golpe de estado contra el gobierno de Mel Zelaya en el segundo país y este factor revela un movimiento popular hondureño con la mayor capacidad combativa de organización y de resistencia. El gobierno electo de Porfirio Lobo carece de legitimidades mínimas y de respaldo popular.

En El Salvador se construye, en la postguerra, el reino neoliberal más ortodoxo del continente y el mercado le pone precio a todo incluyendo a las personas y a la naturaleza. En veinte años todo el país está en venta y millones de migrantes se convierten en el verdadero sostén de la economía nacional, mientras una minoría de banqueros y comerciantes voraces atesoran inmensas riquezas.

La derrota electoral de ARENA es de alta importancia por la creación de un nuevo escenario político en donde se abre nuevos procesos, una parte de ese nuevo escenario es el nuevo gobierno y el nuevo presidente; aunque no es lo más importante como factor crucial de cambio de las condiciones; lo es como expresión de derrota electoral de un instrumento partidario exitoso hasta ahora en las urnas.

En este escenario la esperanza social ante el nuevo gobierno pasa por el trance doloroso de su matrimonio con la realidad y el pueblo ha de aprender que es mejor un fin espantoso que un espanto sin fin, es decir que ha de saber que los cambios por los que se votó no han de venir de arriba sino de abajo y de adentro y que ese afán no está en manos de ninguna persona en particular sino del pueblo todo, con todos sus colores y tamaños, que este proceso es contradictorio y nunca será en línea recta, ha de saber que la clave del momento consiste en descubrir cuál es la relación política entre el pueblo y sus organizaciones y el nuevo gobierno.

Se trata de saber que se necesita disputar el nuevo gobierno a la oligarquía y esto supone un complicado proceso de confrontación y concertación porque en todo caso, el pueblo debe saber que depende de sus propias fuerzas, de su propia organización, de su propio proyecto, de sus alianzas y de su unidad y, desde allí podrá pensar en acuerdos y entendimientos con el sector gubernamental, en la medida en que éste reconozca y haga suyos los intereses populares.

Los temas del agua, la minería, la lucha contra las presas, contra los transgénicos por el empleo y el salario digno, por la defensa del ambiente, por la soberanía, por la democracia participativa son algunos puntos programáticos irrenunciables y desde allí el movimiento popular ha de aprender a ser sujeto político y no sólo actor político, esto quiere decir que ha de aprender a cumplir un papel previamente asignado, siendo actor como cuando vota en una elección; pero ha de ser capaz, de alzarse frente a una realidad injusta e inconveniente, confrontar con ella y luchar por una realidad alternativa, es decir ser sujeto y, desde luego, hemos de aprender a combinar la calidad de sujeto con la calidad de actor y de esto dependerá que podamos hacer del actual gobierno instrumento del pueblo y no el pueblo instrumento de ningún gobierno.
Opiniones

domingo, 10 de enero de 2010

EDUCO: HISTÓRICA CHANGONETA ENTRE CONTRATOS Y ADENDAS




Por Francisco Zelada
El Programa EDUCO (Educación con participación de las Comunidades) fue creado, en El Salvador, a principios de los años noventas, bajo la visión neoliberal que permite al Estado desembarazarse de sus responsabilidades, trasladando a las madres y padres de familia de las comunidades educativas, todo un conjunto de complejas y comprometedoras actividades. Se trataba de profundizar la privatización de la Educación, que ya, en la década de los ochentas se desarrollaba con el auge o proliferación de las universidades privadas, concibiéndose la educación, como mera mercancía y no como un bien público generador de riqueza. El saqueo de la educación pública cobraba fuerza y aquel proyecto piloto que se inició, apenas con no más de 10 docentes en las áreas rurales, ahora cuenta con alrededor de 8,500 docentes que padecen peores desgracias que otrora. Cada docente representaba un evidente liderazgo y era considerado/a una figura ética y moral en sus comunidades. A medida que se descomponía la calidad educativa con la mediocridad sistemática en la formación inicial del profesorado; con la venta de títulos por algunas universidades privadas; con el combate o extinción de asignaturas como: Moral y Urbanidad, Educación Musical, etc.; con la desvalorización de carreras humanísticas claves para la formación y desarrollo de la consciencia y con el absoluto empoderamiento de padres y madres inconcientes de las comunidades, se abre una nueva página de vergüenza que facilita la deformación de la conciencia social de las nuevas generaciones de profesionales de la educación, coadyuvando a la pérdida de dignidad del magisterio y a las precarias condiciones laborales de l@s docentes. Las/os ministr@s de educación de los gobiernos de turno fueron l@s principales garantes de ajustar las normativas del programa EDUCO a las nuevas exigencias de la clase dominante, a fin de lograr convertir a cada centro escolar EDUCO, en un brutal campo de batalla que les ha permitido disfrutar del constante enfrentamiento de l@s madres y padres de familia con los personales docentes, al estilo circo romano, sofocando todo intento de rebelión del magisterio. Los neoliberales fueron adaptando las estrategias y métodos pasando: desde los comandantes o comisionados cantonales, hasta los “asesores pedagógicos” y Asociaciones Comunales para la Educación, ejerciendo un rol policiaco o de control social, escondidos/as bajo nombres diferentes, pero ejecutando siempre acciones de ponededos u ojos de patos y ahora peor, despidiendo y contratando, directa y arbitrariamente, jugando con la necesidad de los profesores/as, utilizando recursos de matonería política y los contratos y las adendas, como instrumentos para chantajear y humillar. Es en esta difícil etapa en la que mejor se manifiesta la perversa privatización de este estratégico servicio que debe brindar el Estado; es ahora y aquí en que EDUCO alcanza los niveles más álgidos del fin real que se propusieron sus creadoras/es, pero es aquí y ahora el momento histórico para terminar con el programa y su profunda crisis; para desactivar esta bomba de retardo y no para alargar su mecha. La Mayoría de Centros Escolares EDUCO son administrados bajo condiciones que muy poco se diferencian con los mecanismos de manejo de las maquilas, con las formas en que se administran las haciendas y/o las fincas en los cantones. Es por ello que el Ministerio de Trabajo ha definido al/la docente EDUCO como un/a trabajador/a privado/a al servicio de la ACE, cuya relación laboral está regulada por el Código de Trabajo.
188 años de vida republicana han pasado y a 18 años de existencia del programa EDUCO se construye la posibilidad inédita, bajo la nueva administración del Estado, de unificar el Sistema Educativo Nacional, por lo que cada día representa una oportunidad de oro para parir el verdadero sistema educativo, sin educo, que debe ser liderado por las/os mejores mujeres y hombres de la patria, porque no hay tiempo que perder. En este momento histórico brillante, cada funcionario/a ineficiente y mediocre es una piedra en el zapato que produce problemas para frenar el avance de la revolución cultural que los nuevos tiempos nos exigen. Finalmente, me permito parafrasear a José Martí: "SIN CULTURA, NO HAY LIBERTAD POSIBLE". ¡¡Vamos a la escuela…No a la maquila!!.

viernes, 8 de enero de 2010

Programa social educativo 2009-2014 “Vamos a la Escuela”. ¿Cuál es el problema? (Parte 1)

Ramón D. Rivas

Debo manifestar que con agrado he escuchado de voz del señor viceministro de Educación, doctor e ingeniero Eduardo Badía Serra, la explicación y justificación del Programa Social Educativo 2009-2014, con su lema: “Vamos a la Escuela”. En una apretada sala de un hotel capitalino, el pasado jueves 3 de diciembre, por iniciativa de Concertación Democrática Nacional, el funcionario del Ministerio de Educación, con lujo de detalles, se refirió también a los retos y desafíos de tan necesario y urgente plan. Se trata de un programa que, a juicio de él, “puede modificarse, siempre y cuando los argumentos sean buenos”.

El documento, de acuerdo con el viceministro, aún tiene que ser presentado al señor presidente de la República. Se trata de un relevante y pertinente programa, y por lo expresado por el funcionario, se regirá por la búsqueda de los buenos valores de nuestra sociedad y no por los que nos infunden los manuales extranjeros. La creatividad, la equidad y la visión positiva de futuro serán claves en su desarrollo.

Eso es bueno, pues, nuestra sociedad, desde hace muchas décadas, está necesitada de una verdadera educación. El programa presentado es interesante, y a la vez me ha ayudado a hacer una reflexión retrospectiva de la enseñanza en nuestro país, que hemos visto y experimentamos y que, por los resultados, hasta el día de hoy, no es nada halagadora. Con gusto comparto con ustedes, lectores, mis observaciones de una enseñanza, a mi juicio, llena de optimismos infundados, una enseñanza atrasada y no acorde a las exigencias de nuestra sociedad y a la coyuntura mundial.

Es penoso, y típico de un país tercermundista, que en esta era de cambios y de grandes avances en el campo de la ciencia y la tecnología en todo el mundo, en este país determinados sectores de la sociedad demonizan la urgencia del cambio con argumentos desligados de la realidad, tratando, a como dé lugar, de fomentar una esquizofrenia colectiva en la sociedad, dando a entender que las nuevas propuestas educativas nos llevarán a una sociedad totalitaria, y así desvirtuar “los sagrados valores que esta sociedad ya tiene”.

¿Cuáles valores? —digo yo—. Si aquí lo que hoy impera es la cultura del ¡sálvese quien pueda!, o lo que es peor, la del primero yo, después yo y por ultimo yo; en una sociedad caracterizada por una doble moral. Los medios de comunicación en este país nos están tratando de llevar, como quiera que sea, a aquella situación de la época de la guerra fría, que se caracterizó por convulsiones sociales, políticas y culturales.

Todo esto sucede precisamente porque, hasta el día de hoy, son pocos los individuos y la sociedad de pensamiento crítico que les reclame, a los funcionarios públicos del pasado, sobre lo que han hecho con nuestro sistema de educación. El mismo Ing. Badía Serra, en su presentación, afirmaba que este país, año 2009, tiene una cifra de 700 mil analfabetas.

Esto es desastroso, bochornoso y a la vez doloroso para un país que se la lleva de ‘campeón’ en Centroamérica. La realidad que vemos y percibimos del “talentoso” sistema de enseñanza que hemos tenido nos esta llevando a confirmar que ha sido un fraude, y como ciudadanos tenemos la obligación de reclamar y exigirle a los que nos han mentido con cifras y con supuestos éxitos.

Urge apuntarle a una educación que forme en todas las escalas del sistema educativo, pero en el marco de una enseñanza que verdaderamente eduque y con una visión prospectiva de país, que infunda conocimiento sobre la historia y realidad nacional, que infunda autoestima. Una educación que forme niños con visión de futuro, pero para beneficio de la nación y no de esa educación que existe hoy en día que enseña, en forma directa e indirecta a los niños, que hay que prepararse para funcionar mejor en la maquila o en el extranjero.

Si la educación fuera un éxito —como dicen— las universidades no tuvieran el gran problema con tantos estudiantes que les cuesta leer y escribir correctamente, pero también con esos estudiantes “analfabetas”, en el sentido de que no pueden dar una opinión sobre determinados aspectos de la sociedad, ni mucho menos de sí mismos.

Las universidades, en cualquier país del mundo, son para formar científicos en áreas del conocimiento, ofreciendo oportunidades a los futuros profesionales que desde temprana edad —en la educación primaria y media— han demostrado interés y destrezas. Definitivamente, las universidades no son instituciones para seguir enseñando a leer y escribir. Y si es así, eso es bochornoso.

Es inconcebible que las universidades sigan enseñando inglés e informática como materias comunes, cuando eso ya debería de haberse superado en la educación básica. Eso solo aquí sucede. Soy de la opinión de que, en este país, desde la primaria los planes y programas de estudio debería ser sometidos a un profundo proceso de actualización, en donde el currículo favorezca el combinar la teoría con la práctica y se procure un proceso multidisciplinario en el análisis de los problemas.

El concepto de formación no puede perder de vista que debe fortalecer su papel de conciencia crítica de la nación, y que, por tanto, continuará siendo el mejor lugar para la libre expresión de las ideas y para el debate de los temas políticos y sociales, pero sin olvidar que su función principal es la de crear y generar conocimiento científico. El país ya no necesita de gente sumisa, necesita de gente pensante y crítica; pero siempre en el marco del sistema de derecho que rige a la sociedad democrática. La educación de este siglo tiene que ser diferente.

Este país urge de una educación —en todos los niveles— comprometida con los sectores sociales y debidamente vinculada con los sectores productivos y empresariales. Las universidades tienen que ser instituciones de educación superior que orienten a la comunidad, que promuevan la participación, que propongan alternativas, y en donde se forjen las grandes decisiones nacionales.

Las universidades deben ser el espacio en donde se marche en la búsqueda de la verdad, en donde se defiendan y fomenten los derechos humanos, la democracia, la justicia social y la tolerancia, y en donde se edifique una cultura de paz. Pero ¿qué puedo esperar yo cuando en la educación primaria y básica los estudiantes no han recibido la formación correcta? Y eso es lo que pasa en nuestro país; simplemente se ha perdido el tiempo, y por eso es que estamos como estamos.

El grueso de la juventud crece y mira hacia adelante a la deriva y se marcha de este país que no le ofrece nada. ¿De qué me sirve a mí, como ciudadano, invertir mis impuestos en un sistema de educación que en vez de infundir un sentimiento de identidad para construir nación solo motiva a los jóvenes para crecer e irse del país? Hoy en día, se habla mucho de que hay que educarnos para el futuro.

Yo me pregunto: ¿Y si todos nos educamos pensando sólo en el futuro, qué valor le damos al presente? De una cosa sí estoy seguro, y eso es de que la educación nacional en nuestro país, en todos sus niveles, merece estar en el centro de las políticas del nuevo Gobierno, y que merece un debate genuino, ya que es un tema de enorme relevancia y que, sin lugar a duda, es parte clave para el presente y futuro del nacional.

Es importante hacernos las preguntas: ¿Qué se ha enseñado? ¿Qué se está enseñando? Es importante también saber y preguntarnos ¿cómo se enseña?, y también ¿con qué fines se han establecido los programas de enseñanza en este país?.

Creo que hoy es el momento de ya no otorgar más recursos, sino de pedir la rendición de cuentas sobre lo invertido y lo obtenido en la educación superior; es el momento de recordar que todos los universitarios son salvadoreños y que los fondos disponibles deben ser para los más capaces y para que estos elijan su centro de estudios de conformidad con el prestigio ganado. Indiscutiblemente que “el gobierno del cambio” tiene la obligación de transformar lo que no sirve en algo bueno para el individuo, para la sociedad y, por ende, para la nación.

El viceministro, Ing. Badía Serra, tiene toda la razón; y es que en este país la educación necesita cambios. Pero no hay que olvidar que es toda una cultura la que hay que cambiar y precisamente por ello los cambios se deben dar paso a paso, y son necesarios e impostergables si es que verdaderamente se quiere trabajar para sacar al país adelante, para hacer este país vivible.

Tenemos que cuestionarnos, pero de forma sincera y sin sentimientos de compadrazgo, si lo que se ha enseñado sirve y bajo qué parámetros; si lo que se quiere enseñar o, es más, lo que se está enseñando, es bueno, es lo que sirve al individuo y, por ende, lo que beneficia a la sociedad.

Es necesario estar abiertos todos: los que enseñan, los que aprenden y la sociedad en general, a un debate con amplitud, tratando de brindarle a la educación la complejidad y la delicadeza que esta tiene y necesita, para no enfrascarnos en una especie de reduccionismo, y solamente vincular el debate a sabiendas de que ‘ya sé lo que quiero que se enseñe’ o ‘que esto es bueno porque es lo que el maestro sabe’, o peor aún, porque ‘es lo que dice el manual’.

Programa social educativo 2009-2014 “Vamos a la Escuela”. ¿Cuál es el problema? (Parte II)

Ramón D. Rivas

La educación en este país tiene problemas importantes y que apuntan hacia la equidad, no tanto en el acceso al sistema como en la permanencia y la preocupación por el egreso de los estudiantes con niveles apropiados de calidad educativa.

La construcción excesivamente centralizada y estadista de la educación es un esquema que hay que revisar. ¿Cómo es eso de que hay categorías a, b, y c en los centros de enseñanza? Que hay universidades acreditadas y otras no.

Eso se preguntaba el Ing. Badía Serra y yo mismo en reiteradas ocasiones también he hecho público mi rechazo a esa manera de simplificar el hecho. Lo que no sirve hay que hacerlo desaparecer, o que se reestructure para bien. En esta sociedad ya no estamos para perder el tiempo en mediocridades. Eso sí, se deben establecer buenos y efectivos parámetros de evaluación de la calidad, y todos tienen y deben de participar.

Considero que la educación salvadoreña esta enferma de uniformismo, está enferma de falta de libertad, de falta de pluralidad, de falta de diversidad… La experiencia nos enseña que donde no se alimenta la creatividad y la innovación no se pueden procurar niveles de excelencia, que es el otro elemento que le falta al sistema educativo salvadoreño.

Hay que hacer comulgar la equidad con la calidad, como forma de democratizar los contenidos. Soy de la opinión de que, en este país, el sistema educativo está atascado, atrasado, y tenemos que meterlo rápidamente en el siglo XXI. Hemos estado ante un sistema de educación inflexible y con un sentido de optimismo irreal. Nos han mentido, la realidad hoy nos lo está demostrando.

Hasta se ha dicho en años anteriores —y ¡cuidado…!, pues así es como se crean los mitos— que somos los que tenemos el mejor sistema de educación a escala centroamericana y que aquí todo mundo le apunta a la educación con excelencia.

La realidad es otra. Los parches en donde se esconde lo feo no se han querido quitar, para remendar de una sola vez lo malo. Hemos vivido en una sociedad mitificada. Los seres humanos somos todos distintos, y los salvadoreños no somos la excepción.

La educación tiene que ser flexible, y, sin embargo, estamos siguiendo el viejo modelo de fábrica, que es el modelo de la revolución industrial: todos empiezan en el mismo lugar y se visten de la misma manera, hacen los mismos estudios y salen por el mismo lugar con el mismo título. ¡Qué cosa..! Aunque todos dicen que se educan para el futuro, eso no es así. No se educa para el futuro, se educa para servir en una sociedad que no conocemos.

No niego que —año 2010 y lo que viene— para trabajar en el futuro es necesario dominar y desarrollar las tecnologías de la información y de las comunicaciones y que estas deban ser instrumentos para desarrollar la creatividad y no para hacer lo que esas máquinas programadas ya tienen.

En el mundo urbano en que vivimos ya no hay ningún puesto de trabajo, digno o de relevancia, en el que no se trabaje cerca de un equipo electrónico, de una computadora o que no se usen los medios de comunicación en forma intensa.

Hay que ver cómo se enseña y qué es lo que se enseña en los diferentes niveles educativos en los pueblos y cantones de nuestro país. Pero hay que ver esto mismo también en determinados colegios privados de nuestro país.

Y todos somos salvadoreños, y todos vamos a salir con el mismo diploma. Aquí hay bachilleres del primer mundo y bachilleres del cuarto mundo. ¡Qué cosa…! En este país nos estamos conformando con una educación a medias, y se educa y prepara solo el que puede.

Y todos somos salvadoreños y vivimos y vamos a seguir viviendo en el mismo país. Por lo menos eso espero, ya que la desbandada hacia el Norte continua. El sistema educativo en nuestro país tiene una deuda con la sociedad.

Puesto que no se está educando para el hoy y para el mañana, tendríamos que integrar, incluir y aumentar la capacidad creativa desde el punto de vista de la educación científico-tecnológica, y desde una edad temprana. No se trata de enseñar el cómo se enciende, se echa a funcionar y se apaga una computadora. La tecnología debe ser resolución de un problema práctico, debe ser poner el conocimiento y sumarle capacidad y creatividad aplicadas al sistema.

La enseñanza de la tecnología debe acercarnos a un país que quiere producir diversamente y explorar diferentes aspectos. El tema de la educación y su aplicación en el presente y en el futuro debe preocuparnos a todos, ya que esta tiene una relación directa con lo que llamamos, en general, la formación de la subjetividad salvadoreña.

Es tema de preocupación el cómo hacer que los jóvenes manejen su pasado para así poder funcionar en el presente y, por ende, poder funcionar en el futuro. El sistema de educación también tiene una deuda histórica con la sociedad salvadoreña de antes y después de los Acuerdos de Paz, ya que aquí, en los últimos veinte años, no se habla de historia ni nacional ni mucho menos internacional. Al paso que vamos es como si fuésemos un pueblo sin historia. ¡Imagínese usted…! Y es que hay un problema: es la formación docente.

En este país urge dignificar la carrera docente, y en todos los niveles. Y no hablo de más salario —que también es importante—, hablo de más formación pedagógica, de más capacidad científica, de más responsabilidad, de más compromiso y entrega; de más eficiencia y eficacia en el proceso educativo. Es necesario invertir en una formación con conocimientos integrales en los docentes.

En este país el docente está tan degradado que, en muchos lugares, decir ‘soy docente’ es como referirse a alguien que no pudo encontrar otra cosa para sobrevivir. Eso tiene que cambiar. En definitiva, urge apuntarle a la educación integral; esto es disponer de un conocimiento suficiente y las competencias requeridas, factores que no está incluidas en la currícula. ¿Será necesario comenzar a preparar a los estudiantes de educación media para su futuro profesional? En este país, y en muchos otros, existe ya la idea generalizada de que solo obteniendo un diploma universitario se es un ciudadano pleno, cuando en la realidad muchos connacionales serían buenos y necesarios, para el país, con un diploma técnico.

De qué le sirve al país tener miles de abogados, miles de administradores de empresas y miles de yo no sé qué más… cuando en este país cuesta encontrar un buen electricista o un buen albañil. Hay que preguntarnos también sobre el porqué hemos llegado, en nuestra sociedad, a degradar profesiones. En este país decir electricista, albañil o ebanista es decir “chicote muerto”.

Pero lo mismo vale para un profesional, y esto es lo que hay que analizar con seriedad y no con slogans. La ciencia y la tecnología son construcciones humanas; los que crearon la tecnología pertenecen a un momento histórico, a una sociedad, y tienen una ideología. Pero, además, la sociedad les da su lugar, también.

La tecnología debe ser transversal al currículo educativo formal. La tecnología debería de ser usada para formar a distancia, así como para dar apoyo y orientación a los docentes y esto es imprescindible. La tecnología puede democratizar la polarización nacional, que es mala para la enseñanza.

Mi opinión es que nuestro país urge de una educación pluralista y abierta, propia de las http://www.monografias.com/trabajos16/evolucion-sociedades/evolucion-sociedades.shtml sociedades modernas actuales que han comprendido que la educación debe dotar a las personas de las http://www.monografias.com/trabajos11/contrest/contrest.shtml herramientas necesarias para desenvolverse de manera óptima en la sociedad y en la tarea laboral.

Debemos tener claro y saber comprender que la educación no es una mera http://www.monografias.com/trabajos/adpreclu/adpreclu.shtmlcapacitación, sino que es el eslabón que permite que las personas ocupen un lugar dentro de la sociedad, y esto implica su formación integral y continua, ya sea en aspectos propios de su individualidad así como también en la adquisición de nuevos conocimientos que le permitan resolver los problemas y alcanzar las metas que cada uno se plantea.

Por ello, es indispensable que la enseñanza en este país lleve a cabo los cambios que requiere con urgencia, empezando por abandonar los paradigmas que la han caracterizado por tanto tiempo.

Urge dotar al sistema de enseñanza de una organización más flexible que rompa con el excesivo centralismo burocrático que concentra la mayor cantidad de recursos. En buena hora señores del Ministerio de Educación. Adelante y como dijo don Quijote; “ hay que dejar que los perros ladren Sancho”.

lunes, 4 de enero de 2010

La minería, mercado y poder



Dagoberto Gutiérrez

Después de largos años y de prolongado silencio en los socavones oscuros de las mina, las empresas transnacionales, descubren y ubican oro en el norte del país, una prolongada franja como río de sangre corre a lo largo de los departamentos norteños y así como la sangre atrae a las aves de rapiña, así el oro atrae a los mercaderes de la minería metálica, se rompe el silencio y las empresas inician el proceso que va de la exploración, pasa a la explotación y llega al mercadeo.

La Pacific Rim, empresa con capital canadiense, resulta ser la más animosa y la que abre brecha en las comunidades del departamento de Cabañas, porque la zona de El Dorado ha resultado ser, según las pesquisas mineras, un área de fuerte carga aurífera.

La quietud de la comunidad se rompe como el espejo de una poza al caerle una piedra; pero la gente no reacciona al principio y el ir y venir de las máquinas, de los camiones y de personas extrañas y extranjeras, desconocidas y sospechosas, silenciosas y de mirada huidiza, llega a alterar la vida comunitaria después de varios meses, porque la exploración es la que indica a los mercaderes si hay oro en ese suelo pedregoso, cuanto oro hay y cuanto vale aproximadamente.

Como suele ocurrir, se trata de terrenos rústicos sin valor aparente en la superficie, pedregoso, con arbustos, pero vinculado a fuentes de agua de superficie y subterráneas y por eso las comunidades tienen una vida íntimamente unida a estos suelos que ocultan en sus intimidades cavernosas, el oro apetecible. El punto es que los gobiernos sucesivos han entregado toda la riqueza minera del país a las grandes empresas y nunca han establecido ninguna responsabilidad y mucho menos culpabilidad por los daños ocasionados a la naturaleza ni a los seres vivos, humanos y no humanos, y ahora ante la crisis del dólar, los capitalistas planetarios prefieren tener su dinero convertido en barras de oro y no en billetes verdes, que de un día para otro no valen nada; ese metal se vuelve de nuevo, codiciado y buscado, y ¡ay de aquella sociedad con la mala suerte de tener oro en sus suelos!, porque todos los buitres, de todo plumaje y picotazo, le sacara los ojos a la gente, a la tierra, a los animales y a la naturaleza por una onza de oro.

La mala noticia de tener oro en tu suelo, o petróleo, carbón , agua, o gas natural, nace del hecho de tener, al mismo tiempo, un gobierno y una oligarquía sirvientes de las empresas que extraerán esos recursos sin que el país ni la sociedad obtengan ningún beneficio de su explotación , y por el contrario, sufran y paguen el costo de la destrucción del medio ambiente de la contaminación del suelo, de las aguas , de los seres humanos y de sus animales, todo esto se llama externalidades, que las pagan las comunidades, mientras las empresas se embolsan, eso si, las utilidades.

Este intercambio desigual y perverso, es lo que produce la resistencia popular a la minería, y es lo que vuelve a esta actividad capitalista en una amenaza mortal para los seres humanos. Tratándose de un país como El Salvador, con mínimo territorio, mínimos recursos naturales, mínimos gobiernos, gran población y gran voracidad en sus oligarquías, esta minería genera la resistencia esperable en una sociedad que aprende ,día a día, a ser digna.

Por supuesto, que existiendo una boda rigurosa y secreta entre guerra y mercado, y siendo la utilidad mercantil, ciega, sorda y muda, ante todo que implique bienestar humano, es la minería fuente permanente de guerras, conflictos internos, desangramientos intercomunales, desplazamiento de poblaciones, golpes de estado y divisiones sociales.

La lógica de esta realidad parte del hecho de que la minería se realiza en medio de las comunidades, en sus tierras de labranza, en las vegas de sus ríos y ojos de agua, porque los metales no han aprendido a evitar a la gente y allí donde hay metales hay buitres, que tratan de convertir a los pobladores en la carroña, y al metal buscado en el paciente privilegiado, que vale mas , mucho mas que cualquier ser humano con sombrero, con zapatos empolvados, con camisa sin abotonar y pantalones con bolsillo sin dinero que proteste e intente impedir a la empresa su negocio.

Todo esto ocurre en el departamento de Cabañas, y la empresa minera que ha creado la figura llena de humor trágico de La Minería Verde, ha capturado también la imaginación de una parte de sus víctimas, ofreciendo empleo seguro, en un océano de desempleados; carreteras, escuelas, clínicas etc. Son ofertas que en un mundo de desamparados logran atraer y bajar la cohesión humana. La empresa también captura a los gobiernos, financian campañas electorales, pueden financiar gestiones gubernamentales y pueden controlar el poder político local, con tal de llevarse al final la riqueza apetecida.

En Cabañas se ha llegado hasta el asesinato y por ahora hay tres personas muertas con el estilo de la ejecución de las bandas de ultraderecha, dos hombres y una mujer embarazada y madre de 7 hijos, todos resistentes contra esta minería, todos miembros de las comunidades, todos abandonados por el gobierno por el que votaron, y todos cubiertos por un manto de silencio espectral que vuelve impenetrable a las manos asesinas y a los autores intelectuales.

Las comunidades de Cabañas resistentes ante la minería, los asesinados y el silencio gubernamental ante los hechos son la prueba de fuego del momento que determinara quien gobierna a quien en nuestro país, por ahora el mercado tiene las mejores cartas, pero el pueblo, como siempre, tiene la ultima palabra.