Educación retrasado en entrega de alimentos
Susana Joma nacional@eldiariodehoy.com Sábado, 17 de Marzo de 2012
A casi dos meses de que se inició el año escolar, los centros educativos públicos que atienden desde kínder hasta educación básica, no han recibido los alimentos para preparar el refrigerio escolar de sus estudiantes.
Directores de siete centros de enseñanza, que fueron entrevistados en los últimos días, coincidieron en que las direcciones departamentales del Ministerio de Educación no les han definido una fecha para la entrega de los productos.
Los alimentos que Educación distribuye, tanto a escuelas parvularias, centros escolares y complejos educativos, consisten en sacos de arroz, frijoles, azúcar, aceite, refresco vitaminado y leche.
Para este año, un millón 347 mil estudiantes serían beneficiados con refrigerio escolar durante 130 días del año. En ello se previó una inversión de $15.5 millones, según el informe de Resultados 2011 y proyecciones 2012 que el gobierno brindó en diciembre pasado.
"Ya les avisamos a las madres que a los niños les pongan comida", explicó María Esmeralda Molina Torres, directora de la Escuela Parvularia Ovidio Decroly, en la capital. Acá atienden 340 infantes de entre tres y seis años.
"Los niños ya están preguntando (por el refrigerio). Ya se acostumbraron, porque como es bueno lo que les preparamos...", comentó Lilian de Zúniga, directora de la Escuela de Educación Parvularia Los Conacastes, Soyapango.
La educadora expresó que el Alimento Escolar, programa que inició en anteriores administraciones gubernamentales, es de gran ayuda para los niños que a veces llegan con un pobre desayuno en el estómago y en otros casos sin desayunar.
El refrigerio escolar, que por muchos años se entregó sólo en escuelas del área rural, llegó a las de la zona urbana hace dos años.
El proyecto fue concebido en la anterior gestión y se concretó en la actual administración.
En algunos centros educativos donde les quedaron algunas reservas del año anterior, como el Centro Escolar Colonia Mugdan, sobre la calle 5 de Noviembre, los niños han tenido refrigerio en las primeras semanas, pero eso pronto será historia, porque ese recurso está casi agotado.
"Estamos dando alimento que sobró el año pasado, pero nunca completo. Lo que se termina primero es la leche. Casi siempre sobra arroz. Entonces tenemos y se va combinando, se hacen pupusas. Se les pide a los niños algún complemento como chile o tomate. Al terminar el arroz, hasta allí llegué porque ya no tengo y habrá que esperar a que nos de el alimento el ministerio", manifestó Marleny de Navarrete, directora de la escuela Mugdan.
La educadora dijo que a ellos les habían comentado que el alimento se los iban a entregar en marzo, tras explicar que a los niños les sirve mucho el refrigerio porque, en el caso de la tarde, a veces llegan sin almorzar.
Tanto Navarrete como Manuel Molina, del Centro Escolar Cantón San Francisco, de Cuscatlán, y René Chamagua, del Complejo Educativo San Francisco, de Zacatecoluca, La Paz, señalan que este año ha habido retraso en la entrega pues el año pasado los alimentos los dieron en febrero.
En la institución que dirige René Chamagua atienden un total de 1,596 estudiantes desde parvularia hasta bachillerato, pero sólo 1,300 de ellos se benefician con el programa.
"Hoy no les estamos dando (comida)", afirmó.
Chamagua expuso que para dar un menú atractivo es oportuna la colaboración de los padres. Una situación que se repite en la Escuela Mugdan y el resto de instituciones educativas públicas del país que están bajo el programa de Alimento Escolar.
"Para subsanar gastos de gas, porque para hacer pupusas para 1,300 alumnos, se les pide dos coras mensuales como donación, pero no es obligación que los den. Si hay dos hermanos sólo lo da uno, pero hay niños que no dan", explicó Chamagua.
También comentó que "de ese dinero utilizan para comprar otros insumos, porque los muy frijoles así como están, a nadie le va a sustentar".
Y es que más allá del presupuesto escolar que Educación les asigna, y que en la mayoría de casos se queda corto, las escuelas no reciben ningún fondo extra para comprar gas o pagar por las cosas que le agregan a los alimentos básicos con miras a hacerlos más atractiva a los niños.
Los centros tampoco reciben dinero adicional para pagar cocineras, considerando que la mayoría de padres de familia no quiere involucrarse en la preparación de los alimentos, tal como es la visión del programa.
Esto ocurre porque los padres trabajan o son apáticos a colaborar para el bienestar de sus hijos.
Chamagua dijo que tampoco han empezado a recibir lo correspondiente al vaso de leche fluida. Se trata de un programa lanzado por la actual administración, con el cual en este año pretende beneficiar a un poco más de un millón 336 mil estudiantes, bajo una inversión de $12.6 millones, según mostró la Secretaría Técnica de la Presidencia en el mismo informe de inversión y proyección.
Otras instituciones donde la dotación de alimento no ha llegado es en el Centro Escolar Sagrado Corazón, de San Miguel, el Complejo Educativo Insa, de Santa Ana, y el Centro Escolar República Dominicana. Este último ubicado en San Salvador.
En el Insa el director, Ismael Quijada Cardoza, dice que han estado dando refrigerio con remanentes de arroz, azúcar, bebida fortificada y frijoles que le quedaron.
Pero según dijo eso resulta insuficiente considerando que allí atienden 1,231 estudiantes de básica.
Además tratan de ayudar a muchos estudiantes de educación media que son pobres y llegan de caseríos y por sus estudios tienen que quedarse todo el día en el centro.
De hecho, Cardoza en una oportunidad que el ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén visitó el Insa, le solicitó que expandiera el programa para los alumnos de bachillerato en lo rural.
"Quiero decirle que en esta institución los que demandan más alimento son los de bachillerato y más aún con eso de que permanecen más tiempo en la institución", expuso el docente.
Los sentimientos de Cardoza se entremezclan ante la necesidad de los jóvenes.
"Cuando están haciendo cola, recibiendo el alimento, uno los ve con ansias. Da satisfacción pero también tristeza de la situación precaria en que están nuestras familias y como se favorece a estos jóvenes que no tienen dinero para comprar un almuerzo completo. Aunque no es almuerzo completo, sí les ayuda mientras se incorporan a su casa", manifestó
Directores de siete centros de enseñanza, que fueron entrevistados en los últimos días, coincidieron en que las direcciones departamentales del Ministerio de Educación no les han definido una fecha para la entrega de los productos.
Los alimentos que Educación distribuye, tanto a escuelas parvularias, centros escolares y complejos educativos, consisten en sacos de arroz, frijoles, azúcar, aceite, refresco vitaminado y leche.
Para este año, un millón 347 mil estudiantes serían beneficiados con refrigerio escolar durante 130 días del año. En ello se previó una inversión de $15.5 millones, según el informe de Resultados 2011 y proyecciones 2012 que el gobierno brindó en diciembre pasado.
"Ya les avisamos a las madres que a los niños les pongan comida", explicó María Esmeralda Molina Torres, directora de la Escuela Parvularia Ovidio Decroly, en la capital. Acá atienden 340 infantes de entre tres y seis años.
"Los niños ya están preguntando (por el refrigerio). Ya se acostumbraron, porque como es bueno lo que les preparamos...", comentó Lilian de Zúniga, directora de la Escuela de Educación Parvularia Los Conacastes, Soyapango.
La educadora expresó que el Alimento Escolar, programa que inició en anteriores administraciones gubernamentales, es de gran ayuda para los niños que a veces llegan con un pobre desayuno en el estómago y en otros casos sin desayunar.
El refrigerio escolar, que por muchos años se entregó sólo en escuelas del área rural, llegó a las de la zona urbana hace dos años.
El proyecto fue concebido en la anterior gestión y se concretó en la actual administración.
En algunos centros educativos donde les quedaron algunas reservas del año anterior, como el Centro Escolar Colonia Mugdan, sobre la calle 5 de Noviembre, los niños han tenido refrigerio en las primeras semanas, pero eso pronto será historia, porque ese recurso está casi agotado.
"Estamos dando alimento que sobró el año pasado, pero nunca completo. Lo que se termina primero es la leche. Casi siempre sobra arroz. Entonces tenemos y se va combinando, se hacen pupusas. Se les pide a los niños algún complemento como chile o tomate. Al terminar el arroz, hasta allí llegué porque ya no tengo y habrá que esperar a que nos de el alimento el ministerio", manifestó Marleny de Navarrete, directora de la escuela Mugdan.
La educadora dijo que a ellos les habían comentado que el alimento se los iban a entregar en marzo, tras explicar que a los niños les sirve mucho el refrigerio porque, en el caso de la tarde, a veces llegan sin almorzar.
Tanto Navarrete como Manuel Molina, del Centro Escolar Cantón San Francisco, de Cuscatlán, y René Chamagua, del Complejo Educativo San Francisco, de Zacatecoluca, La Paz, señalan que este año ha habido retraso en la entrega pues el año pasado los alimentos los dieron en febrero.
En la institución que dirige René Chamagua atienden un total de 1,596 estudiantes desde parvularia hasta bachillerato, pero sólo 1,300 de ellos se benefician con el programa.
"Hoy no les estamos dando (comida)", afirmó.
Chamagua expuso que para dar un menú atractivo es oportuna la colaboración de los padres. Una situación que se repite en la Escuela Mugdan y el resto de instituciones educativas públicas del país que están bajo el programa de Alimento Escolar.
"Para subsanar gastos de gas, porque para hacer pupusas para 1,300 alumnos, se les pide dos coras mensuales como donación, pero no es obligación que los den. Si hay dos hermanos sólo lo da uno, pero hay niños que no dan", explicó Chamagua.
También comentó que "de ese dinero utilizan para comprar otros insumos, porque los muy frijoles así como están, a nadie le va a sustentar".
Y es que más allá del presupuesto escolar que Educación les asigna, y que en la mayoría de casos se queda corto, las escuelas no reciben ningún fondo extra para comprar gas o pagar por las cosas que le agregan a los alimentos básicos con miras a hacerlos más atractiva a los niños.
Los centros tampoco reciben dinero adicional para pagar cocineras, considerando que la mayoría de padres de familia no quiere involucrarse en la preparación de los alimentos, tal como es la visión del programa.
Esto ocurre porque los padres trabajan o son apáticos a colaborar para el bienestar de sus hijos.
Chamagua dijo que tampoco han empezado a recibir lo correspondiente al vaso de leche fluida. Se trata de un programa lanzado por la actual administración, con el cual en este año pretende beneficiar a un poco más de un millón 336 mil estudiantes, bajo una inversión de $12.6 millones, según mostró la Secretaría Técnica de la Presidencia en el mismo informe de inversión y proyección.
Otras instituciones donde la dotación de alimento no ha llegado es en el Centro Escolar Sagrado Corazón, de San Miguel, el Complejo Educativo Insa, de Santa Ana, y el Centro Escolar República Dominicana. Este último ubicado en San Salvador.
En el Insa el director, Ismael Quijada Cardoza, dice que han estado dando refrigerio con remanentes de arroz, azúcar, bebida fortificada y frijoles que le quedaron.
Pero según dijo eso resulta insuficiente considerando que allí atienden 1,231 estudiantes de básica.
Además tratan de ayudar a muchos estudiantes de educación media que son pobres y llegan de caseríos y por sus estudios tienen que quedarse todo el día en el centro.
De hecho, Cardoza en una oportunidad que el ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén visitó el Insa, le solicitó que expandiera el programa para los alumnos de bachillerato en lo rural.
"Quiero decirle que en esta institución los que demandan más alimento son los de bachillerato y más aún con eso de que permanecen más tiempo en la institución", expuso el docente.
Los sentimientos de Cardoza se entremezclan ante la necesidad de los jóvenes.
"Cuando están haciendo cola, recibiendo el alimento, uno los ve con ansias. Da satisfacción pero también tristeza de la situación precaria en que están nuestras familias y como se favorece a estos jóvenes que no tienen dinero para comprar un almuerzo completo. Aunque no es almuerzo completo, sí les ayuda mientras se incorporan a su casa", manifestó
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DÉJANOS AQUÍ TU COMENTARIO