Modelo escolar ACE llega a su fin en enero 2013

Educación todavía no decide si otorgará otra prórroga, pero los sectores involucrados prefieren desde ya los CDE. Escrito por German Rivas/Liliana Fuentes Lunes, 14 mayo 2012 00:00 “Vamos a tratar de darles una solución, evaluarlas, todavía no tenemos una decisión frente a esa situación.” Héctor Samour, viceministro de Educación “Si nos dan la oportunidad de integrarnos en una nueva asociación o en los Consejos Directivos, para nosotros está bien.” Rosy Romero, tesorera de ACE en Morazán “Necesitamos tener un consejo directivo que sea lo más democrático posible y que esté contemplado en la Ley de la Carrera Docente.” Manuel Molina, secretario general SIMEDUCO social Las 2,132 escuelas que nacieron con el programa Educación con Participación de la Comunidad (EDUCO) podrían tener una transformación en su modelo administrativo, que a la fecha está en manos de las Asociaciones Comunales Educativas (ACE). El programa nació en 1992 y desde entonces se ha destacado el papel de las ACE por ser organismos cuya principal característica es la participación de la comunidad educativa, donde los padres toman decisiones vitales y se convierten en sensores. Pero la incorporación de los 8,472 maestros de EDUCO al régimen de ley de salarios ha hecho que prácticamente el papel de estos organismos de administración vaya perdiendo espacio en las escuelas, más cuando tienen sus días contados por decreto ejecutivo. “Terminaban en el año 2010 y les han prorrogado 2011 y 2012. Yo esperaría que terminen en enero de 2013 y que ya no den otra prórroga, necesitamos tener un consejo directivo en los centros educativos que sea lo más democrático posible y que esté contemplado en la Ley de la Carrera Docente”, afirmó Manuel Molina, secretario general del Sindicato de Maestros del Programa EDUCO (SIMEDUCO). El decreto ejecutivo que ha ido extendiendo la vigencia de las ACE es el 122, de fecha 9 de noviembre de 2010, con su artículo 4, en el que se establece que expiraban en octubre de 2010 y, por tanto, “continuarán ejerciendo sus funciones de conformidad con los procedimientos establecidos por el Ministerio de Educación (MINED)”. Según Molina, en las escuelas EDUCO deberían implementarse los organismos del sistema regular, denominados Consejo Directivo Escolar (CDE), en los que “hay más participación de otros actores de la misma comunidad educativa”. Sin embargo, el MINED todavía no decide si dará otra prórroga a las ACE, “pero vamos a tratar de darles una solución, evaluarlas, todavía no tenemos una decisión frente a esa situación”, manifestó Héctor Jesús Samour, viceministro de Educación, quien destacó el papel de la comunidad en estos organismos escolares. De acuerdo con Molina, continuar con las asociaciones plantea violaciones a la Ley de la Carrera Docente, ya que esta no las contempla como en el caso de los CDE. Además, como ya no son las ACE quienes realizan las contrataciones de maestros fijos o interinos, su principal función ha desaparecido, y el MINED propone normativas “que en muchas veces riñe con leyes secundarias”, para cubrir esos vacíos. “Ahorita nosotros hemos pedido los CDE, pero si se discute otro nuevo organismo que tenga mayor democracia, estaríamos dispuestos a discutirlo. Lo bueno de las ACE es que permitió a los padres involucrarse en la administración de los centros educativos, porque era mentira que participaban en la educación de los hijos”, dijo el dirigente gremial. La otra alternativa es que las escuelas EDUCO se incorporen al nuevo sistema integrado educativo que contempla dos proyectos: Nuclearización y Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno (EITP). En las escuelas donde se desarrolla este último, el modelo administrativo serán los Organismos Directivos de la EITP (ODEI), que se conformarán por una mayor cantidad de representantes. Joao Picardo, vicerrector de ISEADE-FEPADE y analista de temas educativos, ha dado seguimiento a EDUCO desde que surgieron los primeros informes sobre el programa en 1991. A su juicio, cuando se crearon todas las herramientas, una de las ventajas fue que se otorgó personería jurídica a las agrupaciones de padres vinculadas a las escuelas. “Les permitió un aprendizaje institucional, de administración de personal, del manejo de cuentas, de contratación. Tuvo un rol muy peculiar en lo que respecta al tema de sociedad civil”, consideró. Destacó que las ACE y EDUCO permitieron en su momento el empoderamiento de la sociedad civil en temas educativos, pero también dieron un aprendizaje de ciudadanía y de consenso. Aunque existieron algunos problemas denunciados por SIMEDUCO, relacionados a la imposición o malas contrataciones de maestros, estos eran la excepción y no la regla, dijo Picardo. “Desde esa perspectiva, la ciudadanía tuvo un rol importante. También hay que reconocer que los padres son los primeros interesados en la educación de sus hijos y ese era un buen control de calidad para los maestros que faltaban, que no hacían bien sus cosas”, indicó. De hecho, SIMEDUCO enarboló la bandera de protesta contra muchas ACE a las que acusaba de fiscalizar la labor docente o realizar contrataciones arbitrarias, dejando en zozobra a los maestros cada fin de año. Por ello la solicitud de trasladar a los docentes al sistema de ley de salario. Picardo recuerda que el modelo EDUCO tuvo sus días de gloria en los años noventa, cuando los padres inclusive realizaban actividades para recaudar fondos y contribuir a los gastos de la escuela. Uno de los objetivos principales de EDUCO era incrementar la cobertura rural, lo cual se logró, según Picardo, aunque en ocasiones se criticó la cercanía de estas con centros escolares del modelo tradicional. Para Rosy Marilú Romero, tesorera de la ACE del Centro Escolar Caserío Los Granados, Morazán, el no tener ahora que estar contratando maestros no quita el estar activos para ayudar a la escuela, tratando de hacer las cosas lo mejor posible ante la comunidad. “Si nos dan la oportunidad de integrarnos en una nueva asociación o en los Consejos Directivos Escolares, para nosotros está bien” comentó Romero. A las ACE solo les queda menos de ocho meses de vida, como lo establece la extensión por decreto ejecutivo. Pasarían a la historia como el modelo de administración escolar con buena participación comunitaria, no exento de errores por algunos casos de mala administración.