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“Trabajo, Organización y Lucha".


lunes, 30 de noviembre de 2009

La campaña contra el FMLN

Dagoberto Gutiérrez

La derecha ha arreciado, de repente, sus ataques contra el partido FMLN y por primera vez en mucho tiempo estos se dirigen a aspectos ideológicos y hasta programáticos. Resulta natural que las derechas se pronuncien contra el socialismo, el comunismo y que defiendan sus aparatos ideológicos; pero en la actual coyuntura, cuando este partido ni es partido de gobierno, ni es partido en el gobierno, ni está proponiendo ningún tipo de socialismo, ni pensando en el comunismo, que significaría el fin del Estado y su democracia. Que en este momento, digo se desate esta campaña contra molinos de viento inexistentes, resulta ser iluminante.

Don Quijote de La Mancha cargó contra molinos de viento como si fueran monstruos y el error no tuvo consecuencias fatales; pero, cuando los que no son don Quijote inventan monstruos donde solo hay molinos, es de suponer razones poderosas para ello.

La campaña construye enemigos imaginarios de las derechas y sin duda oculta a los amigos reales porque el momento político está determinado por el creciente conflicto entre el Presidente de la República y el partido que ganó las votaciones el 15 de marzo, este ha sido expulsado del gobierno, por la sencilla razón de que no pueden funcionar dos partidos de gobierno sin que haya un pacto político que así lo establezca.

Y el FMLN no acordó, ni con el Presidente, ni con sus amigos, ningún acuerdo sobre el gobierno ni sobre la manera de hacer política y, así las cosas, el Presidente parece interesado en demostrar que es él el que gobierna, el que decide, el que manda y en definitiva el que es Presidente.

Planteadas así las cosas, el Presidente no parece tener necesidad de justificar un previsible cambio en su gabinete, y aunque este sería inconveniente para sus intereses resulta ser, sin embargo, una decisión esperable.

Resulta que el Presidente necesita, real o imaginariamente, ganar las confianzas de los sectores en los que él confía y que confían en él y aunque el partido FMLN no influye en el gobierno y lo hace muy poco en la sociedad por su autismo político, de todos modos resulta ser el enemigo adecuado para una derecha adecuada en un momento adecuado.

La derecha del país resulta ser la defensora de un capitalismo fracasado y derrumbado en la misma Meca de esta lógica y fracasado además en nuestro mismo país: la pobreza aberrante, la riqueza infamante, el atraso abisal, la inseguridad total, la democracia macilenta, la corrupción invasiva y la desesperanza agobiante son el resultado del capitalismo aplicado desde arriba, con fuerza, sin ningún consenso y usando el aparato de Estado como único instrumento.

En ningún momento puede aparecer ninguna responsabilidad del socialismo ante la tragedia social de El Salvador y resulta necesario abrirse a la discusión de alternativa ante la lógica fracasada del capitalismo salvaje. En todo caso, el socialismo pensable será el que convenga a la sociedad salvadoreña, pero en todo caso ya sabemos que el capitalismo no conviene.

Esta verdad simple produce, sin embargo, responsabilidad política en los sectores que han usufructuado por décadas el poder político, estos son los dueños de la campaña que comentamos y por eso, están haciendo responsable a un irresponsable para después, posiblemente, convertir a un inocente en un culpable.

La misma lógica funciona en el ataque contra el Vicepresidente de la República, que teniendo una calidad política y partidaria debe y puede funcionar y asumir opiniones y posiciones en esa calidad porque, en todo caso, la Vicepresidencia no es ninguna función.

La campaña conviene al Presidente para justificar cambios en su gabinete y conviene a las derechas para justificar sus ataques al Presidente Hugo Chávez, aunque estemos ante procesos políticos diferentes y ante una revolución venezolana que goza del apoyo y simpatía del pueblo salvadoreño.

Lo peor para el partido FMLN, resulta ser, el silencio sepulcral que guardan sus órganos de dirección, aunque en la calle el pueblo tenga opinión sobre el drama de un partido que gana una votación para perder un gobierno. Es necesario que esta institución recupere la voz para que pueda defenderse.

domingo, 29 de noviembre de 2009

DECRETO 62 "DEMAGOGIA PURA"

POR MANUEL MOLINA (HIJO)

Con la llegada del nuevo gobierno todas las fuerzas que contribuimos a hacer posible un cambio en el gobierno de este país y que trabajamos por la alternancia en el gobierno, lamentamos profundamente la tibieza de este gobierno con los cambios impostergables en materia educativa, y es que para muchos en el programa EDUCO basta con haber lanzado un decreto ejecutivo 62 que le brindaría " estabilidad laboral a los más de ocho mil trescientos maestros/as que laboran para el programa EDUCO".
Una falacia ya que hoy, más que nunca, se han destapado una serie de despidos en el programa que cada día, en sus más de 18 años, sigue demostrando que ya no tiene razón de ser, los titulares de educación lo saben y hasta, tal vez, el mismo presidente de la república que en varios de sus mitines propagandísticos se comprometió a terminar con tan nocivo programa, que es el penúltimo en calidad educativa, según un estudio que el MINED realizó recientemente.
Los dirigentes de este país, erróneamente han lanzado una campaña de gobierno de unidad nacional, algo que para SIMEDUCO es imposible de lograr; no creemos que se pueda gobernar para Dios y para el Diablo o para la clase trabajadora y la clase que hasta la fecha ha dominado este país.
Es mentira que el presidente Funes esté siguiendo los pasos de nuestro Obispo mártir Monseñor Romero. Él fue contundente en plantear los cambios que el país necesitaba, y nunca escuchó lo que la oligarquía o la dictadura mediática de este país manifestaba, mucho menos esperó estudios del Banco Mundial y de los organismos internacionales para pronunciarse o tomar decisiones.
Los directores departamentales y la directora nacional de gestión departamental que en SIMEDUCO creemos que deben renunciar, si algo de decencia les queda, ya que no son personas idóneas para los cargos; las políticas que los titulares de educación han querido bajar, han sido entorpecidas por estos personeros; muchos directores departamentales se han dejado arrastrar por “asesorías” dadas por funcionarios del gobierno anterior y todavía no despiertan, ni están pensando en despertar del adormecimiento en que las mafias de siempre los han hundido y se han embarcado en beneficiar al cadáver de gremial andes 21 de junio y me refiero a uno de sus pedazos afín a este gobierno. Directores departamentales con la complacencia de Sandra Alas se han dado el lujo de convocar a asambleas departamentales de docentes EDUCO utilizando la institucionalidad del gobierno para promulgar que el decreto 62 es resultado de las negociaciones de andes y no de SIMEDUCO como realmente lo es, para que se afilien a esta tan desprestigiada gremial.
SIMEDUCO defiende y defenderá siempre a la clase trabajadora de este país y no a un gobierno de turno; nos dan náuseas directores departamentales como el de La Libertad y sus asesores/as; las actitudes del director departamental de educación de Sonsonate y todos los que se presten a realizar las mismas prácticas de los gobiernos anteriores y a perseguir a los miembros que no son de su partido.
Les reiteramos que SIMEDUCO es una organización que está más a la izquierda y no es que sólo lo digamos; la historia y la práctica se encargará de demostrarlo por que, para nosotros/as, no basta con decir que somos del FMLN o de Izquierda; la Historia como lo dijo el compañero Fidel, se encargará de demostrarlo; nuestra organización desarrolla procesos revolucionarios y se adhiere al pueblo, porque somos clase trabajadora; será el magisterio y el pueblo quienes se encarguen de certificarlo, apoyaremos todo lo que vaya en beneficio de la educación del país, pero nos opondremos a todo lo que sea continuismo, oportunismo y demagogia.

No descansaremos hasta lograr el paso a ley de salarios; cambiar la modalidad ACE a CDE; que nuestra salud y la de nuestros grupos familiares sea atendida por el ISBM y por que haya una política de incentivos a los maestros/as de la zona rural y las zonas urbano marginales.

! Hasta la victoria siempre!

domingo, 15 de noviembre de 2009

Un Aniversario, una lucha y un avance



Dagoberto Gutiérrez - 14.11.2009

13 años de lucha que cerramos este día con la voluntad abierta y la disposición alzada ante el momento actual y los venideros, porque sabemos que vivimos un momento de inflexión que requiere de todos y todas el mayor esfuerzo, la mayor atención, la mejor voluntad y toda nuestro animo revolucionario alimentado por el heroísmo de nuestros mártires.
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El pueblo salvadoreño ha construido a lo largo de su historia los instrumentos políticos que ha necesitado para avanzar, o aquellos que el momento exige para ser fuerte, o los que se requiere para concertar y concitar la mayor cantidad de fuerzas, o los instrumentos que el tipo de lucha requiera.

Esta necesidad siempre aparece determinada por el memento histórico concreto y por el proceso político en que el pueblo actúa como sujeto, estos dos factores son los que en realidad van marcando las pautas para que un instrumento aparezca y posteriormente desaparezca, los instrumentos son siempre transitorios y el pueblo es siempre permanente mientras que la lucha como factor permanente resulta siempre adecuada a las necesidades de este pueblo y del momento histórico concreto.

La Tendencia Revolucionaria, nace en plena post-guerra, una vez termina la guerra como lucha armada generalizada y se producen las condiciones para que se transforme en guerra social, aparece la TR, cuando los instrumentos de la Guerra Popular Revolucionaria desaparecen y aparecen aparatos político partidarios dedicados a cumplimentar funciones institucionales dentro del nuevo orden estatal y de un nuevo orden de paz que sustituye e ignora a la época histórica de post-guerra.

Estos instrumentos se alejan de el pueblo organizado y se acercan al aparato estatal, se fusionan con él, son parte de él y lo asimilan en la medida en que son, al mismo tiempo, asimilados, mientras esto ocurre el proyecto político que se aplica en el país es el neoliberalismo mas salvaje y mas total que encuentra al pueblo sin sus organizaciones, sin capacidad de resistencia, pensando y confiando que desde el aparato de Estado es posible impedir que la política económica gubernamental se instale y devore la vida de los y las salvadoreñas.

La Tendencia Revolucionaria, nace por eso, en y desde el pueblo como una iniciativa y un esfuerzo multicolor que combina la fuerza de la esperanza con la capacidad de la organización política, haciendo suya aquella agenda que defendiendo la vida como valor político supremo, prepare al mismo tiempo, a los hombre y mujeres que desde sus comunidades estén dispuestos a resistir la nueva guerra económica y política que la oligarquía globalizadora suelta en la post-guerra contra el pueblo y desde el gobierno, desde el mercado y desde sus aparatos ideológicos.

Durante estos años de post-guerra, durante 13 años hemos aprendido a descubrir en cada esquina de la vida de cada persona una cabeza política que sabe que para defender la vida necesita de construir poder político, también hemos aprendido que un interés político contiene siempre un amasijo de muchos intereses de distinto color y naturaleza, y solo el reconocimiento y la atención de estos múltiples intereses es lo que permitirá la concertación de todos ellos para formar una fuerza capaz de resistir y de vencer a sus enemigos.

La TR sabe hoy más que nunca que la mayor debilidad del pueblo es política e ideológica y es este el que impide en ciertos momentos el desarrollo de su capacidad de resistencia y por eso, sabemos que toda educación política ha de combinar teoría y práctica para conocer la realidad y poder cambiarla hasta llegar a negarla.

La TR sabe, que el momento que vivimos exige una ramificada política de alianzas que asegure los acuerdos necesarios entre sectores ideológicamente diferentes pero políticamente a fines, este camino nos pone en el centro la afinidad y el encuentro de la ideología sino los objetivos compartidos por los diferentes, aunque en el esfuerzo estos diferentes se agrupen ideológicamente.

El fenómeno de la globalización inscribe a nuestro país dentro de los globalizados y necesitamos por eso aprender a pelear dentro de las corrientes que comparten con nosotros como país nuestras necesidades de desconectarnos de la globalización neoliberal, para conectarnos con aquella política y aquella parte del continente y del mundo que construye una alternativa al orden capitalista actual.

Es cierto que el capitalismo neoliberal está en crisis y se necesita una alternativa que además de negarlo, sea su alternativa como modelo, política y sociedad. Somos parte también de este esfuerzo que nos abre el camino para pensar y repensar un socialismo americano que se nutra de nuestras luchas, nuestra experiencia y nuestros sueños.

Sabemos que en el momento actual, luego de 13 años de sostener y fortalecer una corriente de pensamiento y un tipo de organización, estamos en un momento en que el proceso requiere de nuevos sujetos políticos que llene el vacío dejado por los instrumentos partidarios tradicionales implicados ahora en un proceso de recambio dentro del cual ARENA deja de ser el instrumento oligárquico tradicional y es sustituido por nuevos instrumentos.

Este nuevo sujeto a de ser capaz de concitar al movimiento social y popular para hilvanar sus luchas y agendas en una lucha política capaz de construir los aparatos necesarios y adecuados para diferentes momentos, incluidos los electorales, en todo caso estos instrumentos han de nacer del Movimiento Popular, han de estar a su servicio y bajo su dirección y han de nutrirse de sus luchas, de tal manera que su lucha electoral sea la lucha política referida al ejercicio del sufragio y a la necesidad de nuevas correlaciones favorable al interior del aparato de estado.

13 años de lucha que cerramos este día con la voluntad abierta y la disposición alzada ante el momento actual y los venideros, porque sabemos que vivimos un momento de inflexión que requiere de todos y todas el mayor esfuerzo, la mayor atención, la mejor voluntad y toda nuestro animo revolucionario alimentado por el heroísmo de nuestros mártires

sábado, 14 de noviembre de 2009

Noviembre de 1989, ofensiva militar





Dagoberto Gutiérrez

San Salvador era una ciudad intensa y tensa, los pájaros de las arboledas comentaban sobre la ofensiva y las hormigas, desde sus oscuros socavones, calculaban que el momento del estallido estaba cada vez más cerca porque, decían, las madrugadas eran muy oscuras.

El secreto público de la ofensiva guerrillera hacía que la conspiración fuera popular y, en distintas formas, lugares y horas se implementó, con el genio creador, una logística imprescindible.

El armamento circulaba por las calles, envuelto en papel de china, en regalos de cumpleaños, en pescados fritos y hasta en ataúdes sin cadáver, pero con explosivos. Un río popular llevaba hacia delante la mayor ofensiva militar de nuestra historia, la que culminaba 20 años de guerra popular.

El heroísmo, ingenio y sabiduría política que habían caracterizado la guerra también determinaba las características de la ofensiva: Un solo plan, una sola estrategia, diversas tácticas y diferentes visiones sobre el futuro inmediato y mediato, diferentes logísticas y estilos así como diferentes métodos. El FMLN siguió siendo durante la ofensiva, el acuerdo político que perduraba, pero en la medida en que la guerra finalizaban también se agotaba este acuerdo y era sustituido, paso a paso, por el desacuerdo. Se puede decir, por eso, que la ofensiva militar de noviembre de 1989 fue el último acuerdo trascendental que logramos alcanzar los diferentes del FMLN.

La ofensiva militar tiene un rostro político y otro militar, militarmente se concentró toda la energía y experiencia acumulada durante 20 años y por eso el enfrentamiento resultó desigual porque la guerra irregular tenía más experiencia, terreno social y fuerza ideológica que la guerra regular, esta al depender de los Estados Unidos y carecer de convicción política, no contó con la energía social del pueblo, pero sí con la esperanza oligárquica, la confianza imperial y la desconfianza del pueblo.

La desigualdad favoreció a la guerra irregular y aunque el ejército gubernamental no fuera derrotado, la ofensiva demostró que ese ejército no era capaz de lograr, a corto plazo, una victoria militar sobre el ejército guerrillero. Aquí se abrió la puerta para la derrota de la fuerza armada, al cambiar el contexto histórico que determinó, en 1932, que el ejército se convirtiera en la nueva clase gobernante del país, esta calidad que tanto daño hizo al ejército se perdió durante la ofensiva militar y a la luz de su desenlace, porque toda fuerza armada que no es capaz de impedir concentraciones militares, traslado de tropas y materiales y, finalmente, el cerco militar a la ciudad capital, que es un hecho sin precedente en América Latina, está escribiendo el fin de la historia, y de su historia como clase gobernante y esto ocurrió durante la ofensiva.

La reforma al artículo 211 de la Constitución, ratificó que en el Salvador había desaparecido la antigua clase dominante cafetalera y la antigua clase gobernante, la Fuerza Armada, ambos elementos abrieron la puerta para un nuevo régimen político en el país, y esto pasó por el cáliz encendido, de la ofensiva militar de 1989.

Esta ofensiva terminó, al mismo tiempo, con el diálogo dialogante y abrió la puerta, otra puerta, para la negociación, es decir, para un diálogo en el que se toman acuerdos que comprometen y cuyo cumplimiento se verifica. En ningún aspecto como este es más relevante la relación, íntimamente amorosa, que existe entre lo político y lo militar.

El contexto planetario de la ofensiva era desfavorable, porque se derrumbaba la Unión Soviética y Washington invadía Panamá y sacaba del pelo a su empleado, el General Noriega y, sin embargo, estando la ofensiva enraizada en las condiciones locales y nacionales no necesitó de un entorno favorable porque se nutrió de la coyuntura nacional que exigía un desenlace político militar para apurar una definición también político militar.

La ofensiva mostró la cresta de la confrontación histórica, que sigue sin resolver en el país, de ese punto más alto nació la concertación y el proceso de negociación, así llamado, llegó a producir los acuerdos políticos que pusieron fin a la guerra, pero dejaron en pie al conflicto, Acuerdos de Paz han sido llamados, pero en realidad se trata de una finalización político militar a la guerra de 20 años.

Todo lo que existe en El Salvador, como proceso con valor democratizador depende, en realidad, de la ofensiva militar de 1989. Pocas veces una ofensiva militar produce ofensivas políticas tan duraderas y prolongadas que aún resuenan en nuestro país como la ofensiva de noviembre de 1989.