¡NACIMOS PARA VENCER!
NI MALTRATOS, NI HUMILLACIONES, NUNCA MÁS !!!
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REPRESENTACIÓN JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL:
Secretario General, Licdo. Francisco Zelada: Tel. 76830292;
Secretario de Organización y Estadística, Licdo. Joaquín Orellana: Tel. 76829982; y
Primer Secretario de Conflictos, Prof. José Daniel Rodríguez González: Tel. 76830679.
DIRECCIÓN: Central Sindical Independiente CSI, 23 Calle Pte. Pje. 3, No.1216, Colonia Layco, San Salvador.
“Trabajo, Organización y Lucha".
jueves, 25 de junio de 2009
INVITACION ASAMBLEA EXTRAORDINARIA
COMPAÑER@ DOCENTE EDUCO AFILIAD@: SIMEDUCO TE CONVOCA A LA PRIMERA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA.
DÍA: 27 DE JUNIO DE 2009
LUGAR: TURICENTRO AGEPYM PLAYA DE SAN DIEGO
SALIDA: DE AHUACHAPÁN 05:00 HRAS. PQUE.CONCORDIA
SALIDA: DE SAN SALVADOR: 07:00 HRAS. PLAZA CÍVICA
MÁS INF. TEL. 75008702, 78831262, 78945373.
DAREMOS INFORMACION SOBRE LA DESAPARICION DEL PROGRAMA EDUCO Y NUESTRO PASO A LEY DE SALARIOS, ASI COMO RECOGEREMOS INSUMOS PARA LA PROPUESTA DEL SINDICATO SOBRE EL NUEVO SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL.
TANSPORTE Y ALMUERZO GRATIS
EN EL MARCO DE LA CELEBRACION DEL DIA DEL MAESTR@ ASISTE, INFORMATE Y APORTA A LA CONSTRUCCION DEL NUEVO SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL...
lunes, 1 de junio de 2009
LA NECESIDAD DE DARLE UN GIRO A LA EDUCACIÓN EN EL SALVADOR (II)
Manuel Molina - 31.05.2009
El único interés que debería dominar es sacar al país del atraso mental en el que se encuentra producto del culto a la mediocridad que la educación neoliberal nos impuso.
Las circunstancias de crisis políticas y económicas que hacen posible este momento de la historia de El Salvador, en el que se inaugura un nuevo gobierno de signo distinto al que hemos tenido en los pasados veinte años, debería convertirse en la gran oportunidad para diseñar un sistema educativo que verdaderamente responda a las necesidades actuales de la niñez y juventud, que proyecte al país al futuro y lo inserte en el nuevo orden mundial que está naciendo, sin demagogias, sin populismos baratos y sin propagandas manipuladoras.
El único interés que debería dominar es sacar al país del atraso mental en el que se encuentra producto del culto a la mediocridad que la educación neoliberal nos impuso. Aumentar la inversión, ampliar la cobertura, elevar la calidad (impartir una visión científico-filosófica del mundo), erradicación del analfabetismo, llevar la tecnología a las aulas, mejorar las condiciones laborales y de vida del cuerpo docente, mejorar el sistema de salud, poner a los medios de comunicación al servicio de la causa de la educación, ganar a las ONG´S a este propósito, movilizar a la sociedad para desmontar la visión machista y autoritaria que predomina, darle una oportunidad a la cultura, etc.
Repensemos la educación pero que no lo haga sólo el ministro. Hay que repensarla con el gremio docente, con los sindicatos, con los intelectuales, con la gente de la calle, esa gente de a pie, de carne y hueso que a veces tiene que comer y a veces no, que son semi o analfabetas: ellos también tienen opinión. Sí, porque el 20-21, no es más que la educación neoliberal llevada a su máxima expresión (al éxito pleno, nos corregirá, algún neoliberal ortodoxo), exclusión, mediocridad: el reino de las apariencias.
Necesitamos una educación que enseñe a leer no sólo sílabas, palabras, frases y oraciones, que también dote a las niñas y los niños; jóvenes, chicos y chicas de las herramientas teóricas para leer la realidad, para comprenderla y transformarla. La educación que tenemos es artífice o cómplice del orden económico, social, político, cultural, medioambiental, ético y estético. Necesitamos formar al hombre libre, que niegue al “homo consumista” u “hombre light”, que vive en las apariencias, que aprecie la vida, que sepa diferenciar el bien y el mal, que pueda escoger entre lo que es correcto e incorrecto, que aprenda amar a su prójimo, que sea artífice de la construcción del bien común.
Desmontar el neoliberalismo no ha de ser fácil. Así como el neoliberalismo necesitó años para instalarse y alcanzar el éxito, desmontarlo y construir lo nuevo se llevará varios años. La velocidad con la que se avance va a depender de la participación de la gente, de su involucramiento, de la imaginación y creatividad de la gente y de los gobernantes. La gran tarea del MINED en este período es desmontar el pensamiento neoliberal, tarea que no es fácil porque debe librarla en lucha con los grandes medios de comunicación que son los grandes centros de educación neoliberal, que bombardean segundo a segundo a los consumidores para que compren cualquier porquería. El MINED en manos de ARENA fue débil, una debilidad programada, en el enfrentamiento y la lucha contra los antivalores. Esperamos que el MINED en manos del profesor Salvador Sánchez Cerén sea fuerte y tenga la valentía de enfrentar a quienes destruyen la labor que se hace en las aulas.
El único interés que debería dominar es sacar al país del atraso mental en el que se encuentra producto del culto a la mediocridad que la educación neoliberal nos impuso.
Las circunstancias de crisis políticas y económicas que hacen posible este momento de la historia de El Salvador, en el que se inaugura un nuevo gobierno de signo distinto al que hemos tenido en los pasados veinte años, debería convertirse en la gran oportunidad para diseñar un sistema educativo que verdaderamente responda a las necesidades actuales de la niñez y juventud, que proyecte al país al futuro y lo inserte en el nuevo orden mundial que está naciendo, sin demagogias, sin populismos baratos y sin propagandas manipuladoras.
El único interés que debería dominar es sacar al país del atraso mental en el que se encuentra producto del culto a la mediocridad que la educación neoliberal nos impuso. Aumentar la inversión, ampliar la cobertura, elevar la calidad (impartir una visión científico-filosófica del mundo), erradicación del analfabetismo, llevar la tecnología a las aulas, mejorar las condiciones laborales y de vida del cuerpo docente, mejorar el sistema de salud, poner a los medios de comunicación al servicio de la causa de la educación, ganar a las ONG´S a este propósito, movilizar a la sociedad para desmontar la visión machista y autoritaria que predomina, darle una oportunidad a la cultura, etc.
Repensemos la educación pero que no lo haga sólo el ministro. Hay que repensarla con el gremio docente, con los sindicatos, con los intelectuales, con la gente de la calle, esa gente de a pie, de carne y hueso que a veces tiene que comer y a veces no, que son semi o analfabetas: ellos también tienen opinión. Sí, porque el 20-21, no es más que la educación neoliberal llevada a su máxima expresión (al éxito pleno, nos corregirá, algún neoliberal ortodoxo), exclusión, mediocridad: el reino de las apariencias.
Necesitamos una educación que enseñe a leer no sólo sílabas, palabras, frases y oraciones, que también dote a las niñas y los niños; jóvenes, chicos y chicas de las herramientas teóricas para leer la realidad, para comprenderla y transformarla. La educación que tenemos es artífice o cómplice del orden económico, social, político, cultural, medioambiental, ético y estético. Necesitamos formar al hombre libre, que niegue al “homo consumista” u “hombre light”, que vive en las apariencias, que aprecie la vida, que sepa diferenciar el bien y el mal, que pueda escoger entre lo que es correcto e incorrecto, que aprenda amar a su prójimo, que sea artífice de la construcción del bien común.
Desmontar el neoliberalismo no ha de ser fácil. Así como el neoliberalismo necesitó años para instalarse y alcanzar el éxito, desmontarlo y construir lo nuevo se llevará varios años. La velocidad con la que se avance va a depender de la participación de la gente, de su involucramiento, de la imaginación y creatividad de la gente y de los gobernantes. La gran tarea del MINED en este período es desmontar el pensamiento neoliberal, tarea que no es fácil porque debe librarla en lucha con los grandes medios de comunicación que son los grandes centros de educación neoliberal, que bombardean segundo a segundo a los consumidores para que compren cualquier porquería. El MINED en manos de ARENA fue débil, una debilidad programada, en el enfrentamiento y la lucha contra los antivalores. Esperamos que el MINED en manos del profesor Salvador Sánchez Cerén sea fuerte y tenga la valentía de enfrentar a quienes destruyen la labor que se hace en las aulas.
UN GOBIERNO, UN RÉGIMEN Y UN PODER POLÍTICO. DAGOBERTO GUTIÉRREZ
Este día se inicia el gobierno de Mauricio Funes y el FMLN se inicia como partido de gobierno, ARENA intentará hacerse partido de oposición, y las derechas trabajaran para recuperar la porción de poder político perdido el 15 de marzo.
El pueblo, es decir la mayoría, como artífice de los acontecimientos guarda una esperanza cautelosa, mientras la disputa por el control del aparato no da lugar para delinear suficientemente el rumbo del proceso, este, que contiene el horizonte estratégico, también contiene medidas, pasos, proyectos y la seguridad que se necesitará movimientos en el timón como cambios de dirección, pero sin perder el horizonte que determina para donde vamos, con quienes vamos, quienes son nuestros amigos, aliados, enemigos cercanos y los mas peligrosos. El rumbo es el que contiene los objetivos no negociables y determinan, en definitiva, la naturaleza del gobierno y, desde luego, si se trata de un gobierno nuevo o de un régimen nuevo.
Resulta claro que nada de lo anunciado se podrá realizar dentro de los marcos del neoliberalismo, y aunque la tentación de armonizar la renovación con la conservación sea muy fuerte, lo cierto es que en este caso se necesita botar junto con la ropa sucia, la batea con que se ha lavado esta y al niño que se ha lavado, de otro modo el cambio no trascenderá del equipo gubernamental.
La crisis, con sus alas multicolores, parece dominar el escenario, pero esto es solo apariencia, porque en el mismo manejo de ésta se necesita una nueva posición que desde un principio establezca que, a diferencia del pasado cercano y lejano, los pobres no paguen con su vida los costos sangrientos de la crisis capitalista, esto significa que manejo de crisis y proyecto nuevo, se necesitan mutuamente y, ésta, la crisis, es el escenario adecuado, como pedido a los reyes magos de Ilobasco, para la construcción de un nuevo poder político.
Este es, en efecto, el cambio anunciado y el esperado aunque no siempre sea el mas visible, porque este se anunciará, si es poder político nuevo, con las medidas populares necesarias. En todo caso las dos fuerzas fundamentales para que el gobierno de Funes gobierne para el pueblo, que en esto consiste el poder político, son por un lado el pueblo organizado y no organizado que es el alma y cerebro de este proceso torrente y por otro lado, el gobierno mismo de Mauricio Funes y este en particular; del entendimiento, paciencia, tolerancia y compromiso dependerán los avances o retrocesos del proceso mismo.
Si la crisis es el ambiente inesperado del proceso de cambio hemos de saber, que el cambio mismo es una especie de crisis y solo cuando este cambio carece de rumbo definido puede llegar a producir la crisis del cambio que seria como perder las alas y los pies en pleno viaje.
El pueblo presiente que nada será fácil y eso está bien y confía cautelosamente en que los nuevos funcionarios tengan compromiso con la gente y eso sigue estando bien; pero si el pueblo piensa que la seguridad de los cambios viene de arriba como milagro del cielo, se equivoca totalmente, porque se trata de combinar, con la mayor armonía, el apoyo y la presión, el conocimiento y el poder, la confianza y la duda porque todo gobierno es del pueblo u apoyado por este en la medida en que este gobierno apoye al pueblo, estos son los términos irrenunciables de una gestión gubernamental olorosa, como bola de jabón de cuche, a la gente que ríe y llora, canta y sufre, vive y muere.
Desde 1821, el pueblo nunca ha saboreado, como hoy, el olor de la guayaba y esta que es el poder está, sin embargo, cercado por la ideología de derecha dominante, por los aparatos ideológicos y el poder de la derecha tradicional. Sin embargo, todo este aparataje resultará superable si aprendemos a usar con probidad, firmeza y sabiduría, los enormes recursos políticos del poder ejecutivo y si se aprende que el cielo del aparato estatal depende de la tierra de los seres humanos, al fin y al cabo, toda revolución es una boda armoniosa entre el cielo y la tierra, pero los cambios, para ser tales, deben quebrar, con su avance, los poderes que hasta ahora han impedido las transformaciones necesarias y deben establecer el nuevo poder político que permita y asegure que se gobierne con todos, pero preferentemente para las mayorías explotadas y oprimidas de la patria.
El pueblo, es decir la mayoría, como artífice de los acontecimientos guarda una esperanza cautelosa, mientras la disputa por el control del aparato no da lugar para delinear suficientemente el rumbo del proceso, este, que contiene el horizonte estratégico, también contiene medidas, pasos, proyectos y la seguridad que se necesitará movimientos en el timón como cambios de dirección, pero sin perder el horizonte que determina para donde vamos, con quienes vamos, quienes son nuestros amigos, aliados, enemigos cercanos y los mas peligrosos. El rumbo es el que contiene los objetivos no negociables y determinan, en definitiva, la naturaleza del gobierno y, desde luego, si se trata de un gobierno nuevo o de un régimen nuevo.
Resulta claro que nada de lo anunciado se podrá realizar dentro de los marcos del neoliberalismo, y aunque la tentación de armonizar la renovación con la conservación sea muy fuerte, lo cierto es que en este caso se necesita botar junto con la ropa sucia, la batea con que se ha lavado esta y al niño que se ha lavado, de otro modo el cambio no trascenderá del equipo gubernamental.
La crisis, con sus alas multicolores, parece dominar el escenario, pero esto es solo apariencia, porque en el mismo manejo de ésta se necesita una nueva posición que desde un principio establezca que, a diferencia del pasado cercano y lejano, los pobres no paguen con su vida los costos sangrientos de la crisis capitalista, esto significa que manejo de crisis y proyecto nuevo, se necesitan mutuamente y, ésta, la crisis, es el escenario adecuado, como pedido a los reyes magos de Ilobasco, para la construcción de un nuevo poder político.
Este es, en efecto, el cambio anunciado y el esperado aunque no siempre sea el mas visible, porque este se anunciará, si es poder político nuevo, con las medidas populares necesarias. En todo caso las dos fuerzas fundamentales para que el gobierno de Funes gobierne para el pueblo, que en esto consiste el poder político, son por un lado el pueblo organizado y no organizado que es el alma y cerebro de este proceso torrente y por otro lado, el gobierno mismo de Mauricio Funes y este en particular; del entendimiento, paciencia, tolerancia y compromiso dependerán los avances o retrocesos del proceso mismo.
Si la crisis es el ambiente inesperado del proceso de cambio hemos de saber, que el cambio mismo es una especie de crisis y solo cuando este cambio carece de rumbo definido puede llegar a producir la crisis del cambio que seria como perder las alas y los pies en pleno viaje.
El pueblo presiente que nada será fácil y eso está bien y confía cautelosamente en que los nuevos funcionarios tengan compromiso con la gente y eso sigue estando bien; pero si el pueblo piensa que la seguridad de los cambios viene de arriba como milagro del cielo, se equivoca totalmente, porque se trata de combinar, con la mayor armonía, el apoyo y la presión, el conocimiento y el poder, la confianza y la duda porque todo gobierno es del pueblo u apoyado por este en la medida en que este gobierno apoye al pueblo, estos son los términos irrenunciables de una gestión gubernamental olorosa, como bola de jabón de cuche, a la gente que ríe y llora, canta y sufre, vive y muere.
Desde 1821, el pueblo nunca ha saboreado, como hoy, el olor de la guayaba y esta que es el poder está, sin embargo, cercado por la ideología de derecha dominante, por los aparatos ideológicos y el poder de la derecha tradicional. Sin embargo, todo este aparataje resultará superable si aprendemos a usar con probidad, firmeza y sabiduría, los enormes recursos políticos del poder ejecutivo y si se aprende que el cielo del aparato estatal depende de la tierra de los seres humanos, al fin y al cabo, toda revolución es una boda armoniosa entre el cielo y la tierra, pero los cambios, para ser tales, deben quebrar, con su avance, los poderes que hasta ahora han impedido las transformaciones necesarias y deben establecer el nuevo poder político que permita y asegure que se gobierne con todos, pero preferentemente para las mayorías explotadas y oprimidas de la patria.
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